jueves, 26 de marzo de 2009

A manera de corolario

A manera de corolario a mi entrada anterior, expongo el siguiente coloquio entre mi amigo ***"invisible" Xavier Flores, quien tiene una racional y coqueta tendencia a "comprender" los desatinos de la robo-lución ciudadana, y justificarlos, porque quien los lidera, tiene un discurso de izquierda con el cual él se identifica, o porque su propensión -la de Xavier- a la defensa de los derechos humanos desde una óptica aséptica y harto teórica, que raya en la utopía, el ingenuo idealismo y el "robusto" debate restringido a sus propios parámetros de debate, encajan y encuentran un nicho y acólitos en la dialéctica gobiernista, misma que ha degenerado en populismo y demagogia llenos de retórica y discursos incendiarios.

Anécdota ciclo-dialéctica (con gabachos de telón de fondo y sin café)
3.25.2009


Llegué unos pocos minutos antes al desayuno pactado en la cafetería del hotel Oro Verde. Estacioné mi bicicleta en un delgado árbol diagonal al consulado de los Estados Unidos de América. Me encontré con un amigo de tiempos cristobalinos, con quien conversaba corteses trivialidades hasta que apareció en escena un policía nacional. Me dijo, con la distante cortesía de quien ejerce autoridad, que no podía estacionarme en ese lugar. Sucedió un diálogo similar al siguiente:

xaflag: ¿Por qué?
policía nacional: Porque no puede, señor.
x: ¿Puedes explicarme el por qué no puedo? Porque para que yo no pueda hacerlo tienes que ofrecerme una razón, aunque sea chiquitita. (Hice un gesto con los dedos pulgar e índice para expresarle lo chiquitita que podía ser.)
pn: Por razones de seguridad.
x: Si esa es la razón, te pido que me expliques de qué manera mi bicicleta constituye una amenaza a la seguridad del sector. Mírala, es inofensiva. (Señalé la bicicleta.)
pn: (Pensó un rato, sabrá el Dios de los cristianos en qué y de qué manera) Es por las cámaras.
(En este punto se acercó uno de los guardias privados tantas veces mentados en esta bitácora como sujetos de escasas luces. Se acercó en plan mirón, solamente.)
x: Si esa es la razón, te pido que me expliques de qué manera afecta mi bicicleta en este árbol a la vigilancia que realiza la cámara del consulado.
(Pensó de nuevo –pensó es un decir).
x: ¿A ti no te parece (dije, dirigiéndome al gordito guardia privado que andaba de mirón) que no tiene lógica que se impida estacionar mi bicicleta aquí? ¿Te parece que afecta a la seguridad del sector o a la cámara del consulado? ¿Te hace sentir inseguro mi bici?
(El tipo no respondió y miró a otro lado –no creo que haya pensado ninguna respuesta, acaso una tarea demasiado compleja para él. Me di cuenta que la disputa era inútil, estaba de buen humor todavía y no quería perder más tiempo so pena de retrasarme para el desayuno.)
x: Entiendo tu preocupación (dije, dirigiéndome al policía), la que no tiene relación con la seguridad de nadie, ni con la del consulado. Todo es porque más tarde si la bicicleta sigue aquí tus jefes te pedirán explicaciones y quieres ahorrarte el problema. Tus jefes te dieron órdenes y tú solamente las cumples. Solo quería añadir que en el país del consulado estacionar la bicicleta donde yo lo he hecho es normal, muy normal. Dime, ¿el que no se estacione aquí la bicicleta, es por el consulado o por la regeneración?
pn: Por los dos. (El gordito guardia privado volvió a mirar.) Por el consulado y por la regeneración.
x: ¿Estás de acuerdo conmigo en que no me ofreciste ninguna razón válida para que no estacione mi bicicleta aquí, no? (se lo dije en plan distendido).
(El policía asintió sin mirarme a los ojos.)
x: Ok. Dime, ¿la puedo estacionar en este cesto, aquí junto? Está fuera del perímetro del consulado y, supongo, de su cámara.
pn: Déjeme consultar.
(Habló en paisano con el que supongo su superior inmediato. No escuché demasiado, porque llamé para avisar que ya entraba a la cafetería en un par de minutos.)
pn: Haga el favor, estaciónela en esas rejas afuera de la cafetería.

Hubo un último intercambio de trivialidades y estacioné mi bicicleta tal como puede observarse en la foto que arribaubico. Los hechos y el diálogo hablan por sí solos. Entré de inmediato a la cafetería donde, ¡chiale!, todavía no puedo tomar café por prescripción de mi dentista. (Jugo de sandía, por favor)

P.S.- El lugar de los hechos: el árbol, en la parte baja casi al centro.

Publicado por Xavier [Xavier Flores Aguirre]
Etiquetas: Anécdota ciclodialéctica, Bici peligrosa, Gabachos de telón de fondo



[Se han corregido ciertos dislates ortográficos involuntarios y garrafales deslices tipográficos]

Un alarde de gran preparación contrastado con la simpleza mental del gendarme.

Te has lucido. Demostraste que en ti impera el raciocinio y la lógica, fruto de una privilegiada educación. La razón está de tu lado.

No obstante, debes recordar que, al igual que el policía aquel y sus elementales procesos mentales, el 80% del electorado ecuatoriano se mueve mas o menos en el mismo nivel, gracias a la deficiente cultura y educación a la que han tenido acceso.

¿Lograste algún cambio en la mentalidad del sujeto en cuestión? ¿Te demostraste a ti cuan *inteligente eres en comparación a este insignificante policía? ¿Crees que el chapa aquel, aprendió o entendió algo? ¿Te diste cuenta que la secuencia de tus actos, simplemente denotó tu arrogancia, al mismo tiempo que vejó a un sujeto por hacer lo que le mandan, sin cuestionarse?

Si, de pronto el chapita este, también quiso saborear un poco de poder. Es propio de aquellos que son **insignificantes, y sabiéndose tales, procuran esas minúsculas satisfacciones, en actos como el del caso de la bicicleta.

80% de nuestro pueblo piensa y actúa de forma similar. Caldo de cultivo fértil para las demagogias y populismos, para el resentimiento social y los odios de clases. 80% de nuestro pueblo, es quien pone a, y vota por, los presidentes y aprueba sendos papeles higiénicos llamados constituciones. Es válido entonces asumir que el votante promedio, ese que es parte del 80%, no tiene idea, ni sabe escoger.

Perdón por desviarme de tu tema, pero valga la acotación al tema anterior sobre equidad electoral.

Abundando en lo dicho, ese espíritu de impunidad y de creerse la mamá de Tarzán que nos aqueja en el Ecuador, también se ha hecho manifiesto en este caso del policía.

Imaginemos que el gendarme simplemente cumple órdenes superiores, entonces, el mentalizador de dichas órdenes, debe ser alguien que desconoce la ley (lo cual no lo exime de responsabilidad) o simplemente le importa un bledo.

Tal y como hemos coincidido con Xavier, en Ecuador no hay estado de derecho, y eso se refleja en todas esas arbitrariedades que podemos ver, sufrir o experimentar en muchas instancias de nuestro diario trajinar. Y lo peor de todo, es que nos acostumbramos a ellas, son parte de nuestro pan de cada día y las aceptamos. Y cuando reclamamos por ellas, terminamos haciéndolo de la peor manera, atacando el problema por las ramas, y no por la raíz, como lo es increpando al pobre ignorante sobre su ignorancia y su actitud autoritaria, convencidos de que hemos dado una lección o hecho un punto o una aseveración y comprobación magníficas.

Insisto, la razón le acoge a Xavier, sin embargo su reclamo, o su trunco esfuerzo en cambiar la mente del pobre chapa se chocan con la realidad: la falta de educación en valores, en el respeto a los demás, y en el permisivismo y laxitud morales que nos aquejan, y que solo cambian, cambiando la mentalidad del sistema. ¿Cómo? Con educación, (aquella que hasta la fecha de hoy, ningún gobierno se ha molestado en sentar la primera piedra, a pesar de ser éste, por ejemplo, un gobierno de no se cuántas primeras piedras.)

No hemos visto, ni en este gobierno, ni en muchísimos otros que le antecedieron, ni el mas pequeño amago por querer cambiar esa mentalidad. Al contrario, hemos visto, como esa mentalidad, se ha convertido en el credo y praxis de éste y los otros gobiernos y ha sido expandida e inculcada al resto de la población. Y perdón por la letanía, pero éste es el punto álgido y el meollo del asunto, que motivan mi gran aversión a este gobierno y sus impunes actuaciones al margen del derecho.

Al chapita ese, le dan una orden, que raya en la prepotencia y en el abuso y en el desconocimiento de los derechos de los transeúntes y peatones. Los mismos gringos en su consulado se sienten con el derecho de cerrar las calles, amurallarlas y exigir/demandar del estado Ecuatoriano, que se permitan todos esos privilegios y arbitrariedades. Los ciudadanos se limitan a "agachar el lomo" y aceptarlo. Algún ingenuo bien intencionado repara en este abuso, y trata de hacer de éste hecho, un ejemplo con moraleja, un escarmiento moral para el pobre chapa, cuya ignorancia, fruto de políticas que promueven tal anquilosis cerebral, lo tienen a él y a muchos mas, sumidos en dicho estado mental de permisivismo, aceptación, laxitud moral, temor y actitud pusilánime ante quien le impone dichas obligaciones.

El pobre chapa tiene miedo de cuestionar al prepotente que le dio dicha orden. El pueblo tiene miedo de demandar de sus gobernantes, el ceñimiento a las normas y el respeto a la ley y a los derechos de las personas. Nadie, por ejemplo, le pone freno a los cinismos, y a las acciones y expresiones abusivas de este presidente, y sus adlátares, aquellas que son crasamente reñidas con la constitución que ellos mismos fabricaron y el derecho de los demás.

¿Se le puede ocurrir a alguien que cualquier país, pueda cerrar las calles aledañas a sus embajadas y consulados, dentro de los Estados Unidos, y que para ello, demande de las autoridades gringas, que se impongan dichas arbitrariedades? ¿No será que alguien, como Xavier levanta un reclamo, y éste tiene eco en muchos, y mas pronto que tarde, se aplican los correctivos?

Ahora, si el chapa actuaba de pura espontaneidad, y su actitud arbitraria y autoritaria se origina de su peculio y propia cosecha, igualmente, dicho acto responde al mismo problema de fondo: la mentalidad que se nos ha infundido, la de creernos capaces de decir y hacer lo que nos venga en gana, sin contemplar las consecuencias, o sin importar dichas consecuencias, y a sabiendas de que nos ampara esa pequeña cuota de poder, que nos hace sentir por encima de otros, aunque sea en ridiculeces como esa, y por un pequeñísimo momento.

Si un chapa ignorante, escuetamente educado comete estos abusos, bien sea, porque se siente valido ante su pequeña cuota de poder provista por su envestidura, o porque otro mas prepotente que él, se lo ordenó, ¿qué se puede esperar de un sujeto con un PhD, economista, supuestamente educado, pero lleno de complejos y taras de larga data, que se ha encaramado en el poder, con la envestidura mas grande de todas en este país?


*Inteligencia: muchos confunden inteligencia con educación y preparación. En este caso, no es tu inteligencia la que se puso de manifiesto, sino, el uso que le diste a ésta, gracias a las herramientas que posees: tu educación.

**Insignificantes o simplemente modestos y mas humildes que uno.

***Amigos Invisibles, los televidentes del difunto Dr. Manrique.

martes, 24 de marzo de 2009

Dr. Jekyll & Mr. Hyde

Dicen los entendidos en psiquiatría, que eso de las personalidades múltiples es algo mas bien anecdótico. Son muy pocos y rarísimos los casos en los que un individuo pueda adoptar mas de una personalidad. En los anales de psiquiatría, se describen, con cierto escepticismo, unos pocos casos en los cuales aún no queda claro si realmente se trata de dos personalidades bien definidas en un mismo individuo, o si son simplemente, meros estados delirantes y psicóticos. Sea como sea, los trastornos de la personalidad y sobre todo, aquellos casos de posible verdadera doble personalidad, están enmarcados en el espectro de las esquizofrenias, psicosis y paranoias.

Pero bueno, eso en el resto del mundo, ya que en Ecuador, esta incapacitante patología ha sido mas común de lo que nos imaginábamos.

Resulta ser, para nombrar unos pocos, que el ex ministro de Gobierno y Seguridad Interna, don Gustavo “alias Juan” Larrea, adolece de dicho problema. Dos cédulas de identidad le encontraron al muérgano este. Su hermano tampoco se quedó atrás. Es así, como entonces, se puede entender porque existen tantas contradicciones entre sus declaraciones y las de Chauvín y Correa. Posiblemente en unos casos, Larrea habla usando un número de cédula, y en otras, simplemente usa el otro número.

Junto a Larrea, están al menos 11 mil otros llamingos que tienen 2 números de cédula de ciudadanía, multiplicando así el número de orates y chiflados que pululan y deambulan por nuestras calles. Y que de paso sea dicho, pueden darse el lujo de ser glotones, cuya gula les lleve a repetir su voto en un mismo día.

El último caso de personalidad, no doble, sino quíntuple, un verdadero record y un hito histórico para el mundo de la psiquiatría, es la de éste venezolano-ecuatoriano, que posee doble nacionalidad y 5 pasaportes, con los que entra y sale del Ecuador y se asocia con otros fulanos, y sabe Dios que otras cosas haga bajo los diferentes homónimos que lo acongojan.



[Fijarse en el sujeto con gafas de Terminator y tubo de escape moderno que sale de su oreja derecha. Llámase Jaime Francisco Sánchez Yánez]

Está por demás mencionarlo, pero otra tara que comparten esta sarta de chiflados, es que son simpatizantes y hasta colaboradores de la robo-lución ciudadana.

Pero como la impunidad en Ecuador en verdad se ha convertido en política de estado, y aquí no pasa nada, todo quedará en el olvido.

¡Correa, sos grande ché!

domingo, 22 de marzo de 2009

Ojos que no ven...

Ojos que no ven…

Hoy tuve, una vez mas, que encarar aquella pregunta que tanto me atormenta desde que llegué a este país. ¿Cuándo pienso volver al Ecuador?

Es una pregunta harto compleja, puesto que no está en mis planes retornar a mi país con una mano adelante y otra detrás. Lo es también, porque involucra una serie de cuestionamientos morales y éticos, así como la triste realidad de mi país.

Cuando vine a este país, aunque sin dinero en el bolsillo, debo admitir, llegué en una situación privilegiada, pues fui apadrinado por un tío político muy bien acomodado, que, por amor y por una promesa hecha a su finada esposa, mi tía, hermana de mi madre, él se comprometió a dar una oportunidad a los sobrinos “pobres” que vivíamos en Ecuador.

Mi madre tiene 6 otras hermanas, tres de ellas, por esos azares de la vida, terminaron establecidas en gringolandia. Todas ellas -mi madre y sus hermanas- son profesionales, cosa muy rara en Ecuador de aquellas épocas, en que ellas fueron universitarias, mas rara aún, que lo hayan logrado en tiempos de machismo arraigado y recia pobreza. Mi abuelo fue un ingeniero de carreteras hace 60 años, quien se pasó la vida abriendo tajos en las montañas de la sierra, para crear las carreteras que hoy, tanto tiempo después, por malas administraciones y corrupción, se están derrumbando. Algunas de esas colosales obras se las atribuyeron a un tal Granda Centeno, cuando los cerebros y manos que las trabajaron fueron de otros. Pero bueno, eso es otra historia. El viejo patriarca con su magro salario y mi abuela, con su tiempo e ingenio, se las arreglaron para que sus 7 hijas estudien en la universidad. No solo que estudiaron, sino que se destacaron. Tres de ellas terminaron acá, en los Estados Unidos. Una en Hardvard, otra en MIT, otra mas en Hardvard. La de MIT, conoció a quien se convertiría mas luego en mi mecenas. Él, mi tío, para poder estudiar, se dedicaba a vender libros de puerta en puerta, en bicicleta en sus ratos libres. Ella era el sostén del hogar. El tipo, (mi mecenas) era un inmigrante alemán, quien perdió a su padre de muy pequeño, quien era un políglota al que se lo tragó el infierno aquel, cuando servía al ejército Nazi como traductor para las huestes que se expandían por Europa y Asia en la segunda guerra mundial. Mi tío, era un hombre muy capaz y excepcionalmente brillante y práctico; se dedicó casi en exclusivo a su carrera de ingeniería electrónica, cuando la electrónica estaba en los albores del mundo “tech” que hoy conocemos. No existían calculadoras, una computadora y su “hardware” ocupaban todo el piso de un edificio, y ésta tenía la capacidad de una calculadora científica actual de bolsillo. Mi tío, gracias a sus estudios, inventó un sistema que hoy es historia, pero que en esa época equivalía a pasar de la regla de cálculos, al uso de una calculadora. Le ahorraba al usuario tiempo y dinero. Ese invento fue su primer paso a lo que él mismo considera el “sueño americano”. Pero para poder dedicar tanto esfuerzo y tiempo a su PhD, su esposa, mi tía, trabajó muy duro para que él se pueda graduar. Él, hasta el día de hoy, está convencido de que lo que es, y la fortuna que forjó luego, se deben en gran parte al apoyo incondicional que tuvo de mi tía. Él, es un convencido creyente de que la mejor inversión en la vida, es la educación, y que la prueba viviente de tal aseveración es su persona.

Cuando mi tía, de forma prematura, estaba en su lecho de muerte, a causa de un cáncer de seno, su esposo, (mi mecenas) le juró que iba a "traerse" a los Estados Unidos, a todos los sobrinos de ella que así lo deseen, pues esa era su forma de darle las gracias y de agradecer a la familia de ella, que tanto cariño le había dado. Y fue así que, la muerte de mi tía coincidió con mi graduación de médico. A duras penas pude acabar el año de medicina rural, casarme y mi tío, (el mecenas) ya estuvo golpeando en mi puerta ofreciéndome esa oportunidad.

Son diez años ya, desde que me instalé en esta tierra del “melting pot”. Mi esposa vino un año después. Mi tío nos hospedó en su casa, nos pagó los estudios a mi esposa, y a mi, y a otros 17 otros primos y primas, algunos de ellos, también con sus respectivas parejas. Cuatro años duramos en su casa. Fueron cómodos, fueron difíciles, fueron duros, fueron alegres, fueron diferentes.

Aprendí el inglés, entré a mi residencia en Nueva York, y apenas pudimos irnos de su casa, lo hicimos. Para ese entonces, mi esposa ya había completado su maestría en psicología, tenía empleo y yo estaba en mi residencia, y con lo que ganábamos ambos, ya podíamos costearnos una vivienda y los gastos por y para nosotros mismos. Antes, teníamos las tarjetas y los autos de mi tío, pero eso era artificial, y nosotros sabíamos que no era saludable, ni decente, seguir viviendo a expensas de él.

Algún tiempo atrás a mi viejo, quien es arquitecto, le pidieron que rediseñara la oficina de un importantísimo burócrata dorado. Mi viejo dijo que sus honorarios eran una suma dada. Le aconsejaron que hablase con los proveedores y distribuidores, para que les pida una comisión, a cambio de traerles tan jugoso negocio. Convertirlos en los proveedores de los muebles, de los aparatos y adornos de dichas oficinas, era una idea, que dichas empresas difícilmente podrían rechazar. Mi viejo se negó a tal cosa. Dijo que el convino una cantidad por sus honorarios y servicios, y que mas allá de eso, él no quería saber nada. Dijo que ese tipo de ideas de las “comisiones” no eran su forma de operar, y solicitó que se encargue a alguien mas la obtención de los materiales e insumos necesarios para la obra. Me pareció una idiotez de parte de mi viejo. Tuvimos una fuerte discusión, en la que no lo convencí de que era una oportunidad de hacer un dinero extra. Mi viejo simplemente me dijo, con mucho pesar, que sus principios eran, desafortunadamente, distintos a los míos. Un viejo necio y flojo es lo que es, pensé para mis adentros, por eso nunca ha sabido hacer dinero. Juzgué que toda esta discrepancia se debía a que yo soy ambicioso y a él siempre le ha faltado esa “motivación”. Me convencí de que a él, siempre le han visto la cara de pendejo, y que por eso, yo me había jurado que nunca me iba a pasar lo mismo.

Siempre he admirado los valores de mi padre. Alguien me preguntó una vez, que quién yo creía era la persona mas exitosa de nuestra familia, (de todos los que pertenecemos a ese clan que se origina con las 7 hermanas.) Supongo que la respuesta mas obvia era afirmar que mi tío político, el generoso y opulento mecenas. No obstante, yo dije, y mi hermano que también estaba ahí en ese momento, dijo así mismo y al unísono, que era mi papá. Sigo ufanándome de aquello. Mi viejo no ha sido exitoso en el dinero, ni ha sido mujeriego, ni parrandero, juerguero, pero si ha sabido criar a sus hijos, y hecho de nosotros una buena familia. Mi único reparo, siempre ha sido esa falta de ambición, que mi viejo ha compensado con creces mucho mayores y de un valor incalculable. Gestos que solo sus hijos reconocemos, y que serían, y de hecho son, motivo de sanas e insanas envidias. Hoy me doy cuenta, que yo también estaba contagiado con ese permisivismo que tanto infesta la vida de los ecuatorianos, y que mi viejo si ha sabido mantenerse incólume a pesar de esa putrefacción moral y social.

He vivido en este país, muchas experiencias, positivas y negativas, y me he llenado de bienes materiales, fruto de mi trabajo honesto y bien remunerada carrera. He vivido en persona lo bueno y lo malo de la sociedad norteamericana. Creo que hasta he alcanzado el pendejo sueño americano. Ese sueño, que no es otra cosa, que ser bien pagado por lo que uno sabe hacer un poco mejor.

Muchas de las cosas negativas de esta sociedad, nos agobian tanto, que mi esposa y yo, estamos convencidos de querer regresar al Ecuador, en donde, esas manifestaciones culturales e idiosincrásicas son escasas. No queremos que nuestros hijos se críen con una mentalidad gringa. Nos entristece la idea de que, por influencia de esta sociedad, se vuelvan mezquinos, individualistas, excluyentes, y que al final del día no les importe nada, ni nadie, excepto sus cuerpitos, y terminen refundiendo a sus padres en un ancianato, como el resto de gringos lo hacen.

Ese no se qué, de nuestra sociedad ecuatoriana, ese algo positivo, esa añoranza de los buenos recuerdos de nuestra infancia y juventud, ese calor de hogar, ese espíritu de familia extendida y los amigos, es lo que mas nos llama desde nuestra tierra.

Pero el llamado aquel, se estrella con una realidad, cada vez más dolorosa y cruel en nuestro país. Vivimos –mi esposa y yo- idealizando un mañana, que se sustenta en nuestras experiencias del pasado. Pero esos ideales, se evaporan cuando vemos que, si queremos volver al Ecuador, tenemos que imbuirnos en la misma descomposición social que aqueja a nuestra gente. Nos toca convertirnos en parte de ese sistema.

El Ecuador en estos momentos, y gracias al aunado esfuerzo de generaciones de políticos, se ha convertido en un país que es tierra de nadie. No existe un estado de derecho. Y esa realidad hace a uno replantearse si todo lo negativo de este país norteamericano, todavía vale la pena sufrirlo. Y la conclusión, con lamento, es que si.

En este país, a pesar de todo lo que está sucediendo, a pesar de la crisis iniciada aquí, y expandida a nivel mundial, existe una conciencia colectiva en la que la idea de que nadie está por encima de ley, prima en los actos de la sociedad y de los individuos. Aquí todavía hay temor de la ley, y uno puede confiar en que ésta, es mas o menos ciega. En contraste, en nuestro país, la conciencia colectiva, muy arraigada y sanamente nutrida desde las esferas mas altas, hasta las mas bajas de la sociedad, tiene como premisa, aquella idea de que la ley es letra muerta, un simple papel con tinta que sirve en remplazo del papel higiénico, y con el cual nuestras autoridades hacen gala y alarde al usarlo de ese modo o en su defecto aplicarlo a sus enemigos. Esa falta de seguridad, la impúdica impunidad de quienes cometen semejantes actos, en crasa violación de las leyes y de esa constitución que muchos de ellos mismos contribuyeron a engendrar, eso y mucho mas, es lo que corroe a nuestra patria hasta el tuétano. Los valores y el respeto a los otros, son esquivos. La educación formal e informal, una burla que fomenta esa degradación humana. Se vive en un estupor de aceptación de lo inmoral. Quien no saca provecho del estado, del empleo, de su posición de manera ágil y expedita, simplemente es un tarado. Quien no roba, teniendo la oportunidad; quien no se trae a casa unos “souveniers” de sus oficinas; quien no “acolita” a los parientes o a los panas, para que se incrusten en algún puesto del estado o se beneficien de algún negocito con el mismo; quien no usa los bienes del estado (pueblo) en su propio beneficio; quien no hace uso de los carros del estado para que le lleven a los guaguas a la escuela; quien no paga un tramitador o se busca un “conocido” para que le acelere algún trámite, es simplemente un pendejo, un idiota, un tarado.

Cosas tan simplonas como el hecho de cruzar la calle en una zona peatonal, y ver como los carros se detienen y ceden ante el peatón, y ver con qué miedo, los conductores actúan, si un peatón les espeta o reclama por no bajar la velocidad, y luego compararlo y contrastarlo con lo que sucede en Ecuador, en dónde, los conductores, le tiran el auto a los peatones, y son éstos, los que se tienen que hacer a un lado para que pasen los autos, o ver a lo peatones cruzar y deambular por las calles peor que callejeros caninos; el apreciar este contraste entre el Ecuador y los gringos, nos da una idea clara de aquella conciencia colectiva de que nadie está por encima de la ley en este país, mientras que en Ecuador es todo lo contrario.

La putrefacción y decadencia social son tales, que nos hemos acostumbrado a ellas. El hedor de la corrupción se ha convertido en sutil aroma celestial. Desde los actos mas relevantes y llamativos en manos de personalidades, hasta los mas pequeños, la descomposición moral infesta nuestra sociedad. El permisivismo, la laxitud moral son el pan de cada día en nuestro país.

Talvez sea por eso, que yo estaba convencido de que las comisiones que mi viejo pudo haber obtenido por el trabajito aquel en las oficinas de la burocracia dorada, no tenían nada de inmoral. Mi laxitud moral, mi permisivismo, mi conciencia colectiva de saber que aquí no pasa nada, y si pasa, simplemente me río por encima de ello, y la vida sigue como siempre, hicieron que yo sea un juez tan implacable y tan descompuesto de mi propio padre. Mis valores, mis principios no estaban claros. No lo estaban hasta hoy, cuando de manera prospectiva y retrospectiva, analicé mis posibilidades de volver a un país, donde la mentalidad de “ojos que no ven, corazón que no siente”, es la que reina y gobierna los actos de las personas, sobre todo, cuando el bien común, o la propiedad pública o estatal son los que se ven aludidos. Mi viejo no fue capaz de “ganarle” al estado unos centavos mas, pues su decencia y principios son mas fuertes y férreos que cualquier plato de lentejas. Todos tenemos un precio, le dije una vez, él me respondió: ¡no todos mi cachito, no todos!

Ojos que no ven…

A todos nos importa mucho que roben del dinero y bienes del pueblo, al mismo tiempo y sin embargo, a ninguno nos importa, pues, aunque es nuestro dinero, no lo poseemos. Es y no es, y por eso, si los ojos del pueblo no ven que les están robando en chanchullos, en asignaciones a dedo, en dilapidaciones de propaganda, en comisioncitas, en obesa burocracia, en avioncitos, simplemente no lo sienten, y solo se dan cuenta de ello, cuando el asunto se torna obscenamente evidente y burdo, o cuando los afectados son demasiados en un mismo instante.

¿Puedo volver a un sitio, en dónde no tengo ninguna garantía de que mis derechos prevalecerán por encima de cualquier injusto embate? Querer, no siempre es poder. Yo no puedo volver, así quiera. ¿Quién me da una garantía de que puedo volver sin temor? ¿Será que la única forma de garantizarme una aparente calma, es volviéndome parte del sistema, o peor aún de quien lo controla, como esa robo-lución ciudadana? ¿Cómo puedo ir allá tranquilo, si veo que un presidente se cree el jefe de todos, que ignora las leyes y actúa al margen de ellas, que se siente indestructible, pues quienes deberían pasarle factura por sus actos tienen rabo de paja y obedecen a sus designios?

Un gran dilema para mi. Cuando vine, Mahuad iniciaba el feriado bancario. Creí que luego de su caída algo mejor iba a ocurrir. Me equivoqué. No hemos tocado fondo aún, y por eso seguimos así. Y por eso, no me atrevo a volver. Este idiota migrante, se rehúsa a volver con una mano adelante y otra atrás, o en su defecto, volver, para que lo dejen con las manos estiradas, después de todo lo que ha logrado con su esfuerzo y trabajo honrado en otro lugar.

¿Será que para volver, debo hacerme a la idea de vivir amordazado, constreñido, limitado, restringido, escaso, y feliz por estar en similar predicamento que el resto de la gente? ¿Será que tengo que conformarme con el mediocre sumac kawsay que proponen estos inmundos cabecillas de la descomposición nacional?

Ojos que no ven…

PD/ Es así que el mío, es simplemente, un susurro en el estruendo. (Pero no por eso, he de callar)

martes, 10 de marzo de 2009

Aquí no pasa nada.

Haciendo un seguimiento del narco escándalo de nuestro gobierno de "manos limpias", vale resaltar el hecho de que en una entrada anterior, y como si yo tuviese las dotes de la adivina Guga Ayala, hoy censurada por el gobierno y sus esbirros a aparecer en la TV o radio, predije que el compañero, (camarada, para otros nostálgicos) Gustavo alias "Juan" Larrea va a ser reciclado y rencauchado por las generosas huestes de la robo-lución ciudadana, aquellas que premian a sus mejore hijos, voluntariosos, muchos de ellos, con el aliciente del reciclaje ad perpetuom. Puede ser también, que a Correa no le convenga enemistarse con el Larrea, por temor a que éste abra su boquita de colibrí, y la "bote jodiendo". Mejor tenerlo de cerquita.

Ahora queda claro porqué este gobierno a través de sus chupamedias, prohibieron los mentalistas, brujos, adivinos, etc, en la TV y medios de comunicación. Porque hasta esos charlatanes les adivinan sus porquerías, y pueden predecir sus oprobiosos actos. Hasta yo predije lo que iba a pasar, y eso que soy solo un aprendiz de Elsita Calazacón.

Chauvín, en cambio, por ser dizque idealista y estúpidamente ingenuo, ha sido desechado como mero trozo de carne putrefacta. El olvido lo tragará tras las rejas. Sus camaradas, (compañeros, para otros nostálgicos) le han dado la espalda y hasta han colaborado con su desgracia.

Correa y Larrea no se ponen de acuerdo en qué decir, pero, con todo el revoltijo que crearon, eso que importa, el pueblo sigue dopado con la publicidad oficialista, que ha convertido al correato en una especie de religión, que ha hecho presas del fundamentalismo a mas de uno. Bien dicen, la religión es el opio del pueblo, y este populacho ecuatoriano no es la excepción, su fe por Correa, los tiene narcotizados.

Y para poner punto final, una comisión investigadora, integrada por todos, menos los opositores y la prensa, va a formalizar un dictamen "moral" que establezca la absoluta inocencia de este régimen en este escabroso caso. Igualito hicieron con la comisión que investigó la deuda "ilegítima" y a todos los "monstruos" que firmaron los diferentes compromisos (tramos) con las entidades crediticias internacionales. Condenaron dicha deuda, llevaron hasta a curas como el despistado monseñor Luna para que avalen dicha investigación, y a la vuelta de la esquina, el gobierno incurre en nuevos acuerdos para hacerse de mas deuda, con los mismos organismos internacionales, con los que se satanizó la otra deuda, y paga muchos de esos "perversos" tramos de deuda. Puro show. Pura patraña. Pura mentira. La impunidad ha sido perfeccionada y sus derechos intelectuales han sido adquiridos por este gobierno.

Aquí no pasa nada, ni ha pasado nada. Tan orondos, se retiran a reirse del pueblo, y a jactarse de lo listos que son.

domingo, 8 de marzo de 2009

¿Equidad publicitaria?

He visto el primer spot publicitario de este Gobierno para la nueva campaña electoral. Anticipo de lo que se nos viene en las siguientes semanas. Alarde de impunidad y desparpajo: el Gobierno haciendo uso de fondos públicos para promocionar su campaña propagandística, fuera de lugar, antes de hora, y contraviniendo toda regulación. Un pusilánime y mediocre CNE que encuentra "vacíos" y justificativos por doquier, para no sancionar el incumplimiento de la ley. Oprobiosa concupiscencia complaciente de estos burócratas. No obstante, una curiosidad que sí valdría la pena ser aclarada, por parte de este Gobierno de supuestas "manos limpias", es si don Vinicio Alvarado y su compañía de publicidad, o quien sea que haya producido dicho video, pagaron las regalías correspondientes y el uso de una melodía que tiene autoría y derechos de propiedad intelectual, perteneciente al dueño del nombre registrado de los Beatles. No creo que le convendría al Gobierno una demanda por plagio y uso indebido de propiedad intelectual ajena. No queremos que nuestro dinero se destine a pagos de multas y juicios por tal situación.[Publicado aquí]

martes, 3 de marzo de 2009

¡Horror!

Dado que nada de lo que se hace en este gobierno es transparente, (la abundancia de casos corroboran tal afirmación) y dado que todo lo que se hace, tiene ocultas intenciones detrás, la noticia que a continuación comparto, despierta en mi, serias sospechas. Para ello, discurro en un par de antecedentes: El gobierno, para afianzarse en el poder, lo primero que hizo, fue, meterse a los milicos en el bolsillo. Fue así, que de la manera mas "dedocrática", asignó, a través de la declaratoria de las dichosas emergencias, las carreteras, el petróleo y nuevos avioncitos, a los milicos.

Ahora, en vista de que necesita tenerlos de su lado, este gobierno, a pesar de haberlos tildado de pelucones, corruptos, explotadores, etc, etc, etc, ha decidido comprar el silencio de los banqueros con la siguiente movida:

La Reserva Monetaria iría a la banca privada

El Gobierno colocará parte de la Reserva Monetaria de Libre Disponibilidad (RMLD), que sustenta la dolarización en la banca privada. Al 28 de febrero, la cuenta registraba 3 mil 996 millones de dólares.

¿Qué significa esto? Que la banca podrá contar con más recursos indicó el ministro de Coordinación Económica, Diego Borja.

-Liquidez

Sin embargo, Borja no precisó cuánto dinero de la reserva irá al sistema financiero. En todo caso dijo que los recursos irán como una inversión estatal en la banca. El sistema permitirá dotar de liquidez al sistema.

El presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), Fernando Pozo comentó en la cadena Ecuavisa, coincidiendo con Borja, en la necesidad de dotar de liquidez al sistema. En el esquema de Pozo se habla de créditos externos para sortear la crisis financiera.

Pero en el Gobierno se cree que el aporte estatal será suficiente. Por ello se recomienda la creación de un nuevo subsidio, pero para el crédito de vivienda. Así, el Régimen asumirá parte de la tasa de interés de los hipotecarios. El mecanismo a ser utilizado sería un descuento del Impuesto a la Renta que pagan los bancos.

-Comercio

Borja también plantea la liberación de las tasas de interés de los créditos de consumo. Esto nos ayuda porque esos préstamos están generalmente orientados a la compra de bienes importados, dijo Borja.

En ese sentido anunció que se elaborará una nueva revisión a la resolución de Consejo de Comercio Exterior (Comexi). “La idea es que se apliquen los cupos de importación a los valores registrados hasta el 31 de diciembre de 2008”, comentó.

Agregó que se han detectado problemas, pues varios importadores se adelantaron en adquirir mercadería al exterior antes de que se expidan las nuevas reglas.

Roberto Aspiazu, representante del Comité Empresarial Ecuatoriano, reconoció el crecimiento de las importaciones a finales de 2008, justificado por el anuncio de fijación de salvaguardas y restricciones comerciales.

-Financiamiento

Borja señaló que el proceso entre Ecuador y algunos organismos internacionales, para la consecución de préstamos, va por buen camino. El fin de semana el funcionario oficializó el pedido de un crédito para equilibrar la balanza de pagos.

El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) revisará la situación fiscal, la balanza comercial y las perspectivas de crecimiento del país antes de otorgar el crédito por 484 millones de dólares. El Régimen espera que el crédito esté aprobado hasta marzo.

-Cifra

2.800 millones de dólares será la inversión pública durante el presente año.


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¿Qué habrá detrás de todo este inesperado vuelco? En teoría no me opongo a que haya mas liquidez, pero entonces, ¿Para qué sirve el Banco Central? De cáustico detractor y enemigo, a cordial depositante, ¿qué es lo que impulsa a Correa y su gente a hacer esto? ¿El fin de la dolarización está cerca acaso? ¿Se quiere atraer a mas gente a que pongan sus dolaritos en los bancos, para luego, en un futuro no muy lejano, sorprender a los depositantes con el canjeo de sus dólares por los nuevos "chavitos" o "bolitos" o "tortuguitos"? ¿De cuándo acá tan neoliberal, este gobierno chauvinista-guevarista-alfarista-bolivariano y socialista del siglo XXI? Que alguien lo explique.

lunes, 2 de marzo de 2009

La Inseguridad

¿Por qué existe tanta inseguridad en el Ecuador? No es una pregunta fácil de responder, pero al menos, se que no se trata de una mera percepción “a la Bustamante”. La inseguridad obedece a un sinnúmero de factores, muchos de ellos, son modificables o influenciables por acciones de los gobiernos. La pobreza, es un factor que influye en el aumento de la delincuencia. El gobierno, a parte de demostrar incompetencia y negligencia en el aspecto seguridad y el control policial, también se ha destacado por no hacer nada para combatir la pobreza. Nos ha aislado del mundo, ha espantado cualquier tipo de inversión extranjera, ha destruido la institucionalidad, y con ello, no existen garantías constitucionales que, precisamente, garanticen a nadie, que sus inversiones estarán seguras; ha ahuyentado a quienes pensamos regresar; ha expulsado a empresas al margen de cualquier marco legal, ahondando así, en ese sentimiento de inseguridad y desamparo. No hay nuevas fuentes de trabajo, mas allá de los miles de nuevos puestos burocráticos.

La constitución no ampara a nadie. Es letra muerta, y es el propio gobierno y sus áulicos quienes la desfloraron y la siguen sodomizando diariamente. El cinismo, descaro, desfachatez e impunidad han sido sublimados por este gobierno y sus colaboradores. Con los subsidios y bonos, este gobierno solo ha robustecido la miseria, ha forzado al pueblo a convertirse en menesteroso que estira la mano en espera de esas dádivas. Ataca a los empresarios, que son los que crean fuentes de trabajo. Y quienes deben velar por el cumplimiento de la constitución y las leyes, están embriagados por libar con los jugos de las medias del mandamás.

Otra razón del incremento de la delincuencia, y que también es influenciable a través de acciones del gobierno y sus dependencias, es la educación. Tanto la formal, como la informal. Formal: maestros que son analfabetos funcionales en el mejor de los casos, sin incentivos para superarse, secuestrados por gremios políticos compinches de este gobierno. Escuelas mal equipadas. Fachadas renovadas y unos cuantos galpones inaugurados con bombos, platillos y borrachera, cortesía de Alianza País. Currículos académicos arcaicos, rígidos y carentes de fundamento científuci, son algunos de los logros de la revolución ciudadana. Educandos, mal nutridos y enfermos crónicamente, sin acceso a buena salud. Hospitales abandonados, médicos mal pagados. Informal: los valores que se inculcan y transmiten al pueblo. O sea, el mal ejemplo que se emana de las autoridades. Un gobierno que en lugar de respetar la constitución redactada por sus propios levantamanos, simplemente la usa como papel higiénico, o como utensilio de represalia contra los opositores o los “enemigos”. El caso omiso a las leyes, o la argumentación de tinterillo, para justificar los actos de los miembros de este gobierno, cuando se encuentran en clara violación o contravención con las leyes y la propia constitución que ellos forjaron. Estos actos simplemente fomentan una cultura de irrespeto e impunidad. Todos se sienten la mamá de Tarzán. Nadie puede, ni tiene la autoridad moral o ética para reclamar, condenar o sancionar, si la corrupción se inicia en las mas altas envestiduras. No hay un imperio de la ley. Se cobran impuestos, pero no se destina ese dinero para fortalecer un sistema de seguridad, ni educación, ni salud. Se dilapida ese dinero en el circo diario, una obesa, torpe y ociosa burocracia, en la propaganda y en las limosnas. La delincuencia le debe mucho a esta revolución, a su miope y burda visión de servicio social.

[Si uno escribiese para querer figurar o por el gusto de ser tomado en cuenta, es mejor dedicarse a otra cosa. Yo escribo, para elevar mi voz de inconformidad, y para que mis palabras, ojalá, lleguen a quienes tienen que llegar, es decir, a los aludidos. La vanidad no es lo que me motiva a escribir. La frustración si.]