viernes, 11 de febrero de 2011

Talentosos revolucionarios

No puedo creerlo. Realmente hace falta cerebro para no darse cuenta de la razón por la que los “cerebros” nacionales se largan a otros países, sobre todo a los de primer mundo. Acuciosos como siempre, estos socialistas de la progresía abrazaárboles piensan en todo, y no sorprende, por ello, que nuestro iluminado presidente proclame la creación del Ministerio Coordinador del Talento Humano.

Sinceramente hay que ser un imbécil idiopático o un estúpido diplomado para creer que aquellos "prófugos cerebros" quisiesen volver a un sitio en donde no encontraron el ambiente propicio para desarrollar sus capacidades. No sé si Correa se ha dado cuenta, pero la gente con “cerebro” que ha salido, lo ha hecho precisamente por eso, porque lo han sabido utilizar, y han descubierto que otros países ofrecen lo que nuestro medio les niega. Esos cerebros han visto que en otros sitios si se les otorga el reconocimiento que se merecen. En Ecuador el currículo de una persona, por más maestrías y doctorados que haya obtenido en el extranjero, si no viene acompañado de una carta de presentación por parte de algún palo grueso, (y si es de algún político bien conectado mejor) por lo general no vale nada. Para más inri de esta “loable iniciativa”, y posiblemente como cruel burla e ironía, un nuevo ente burocrático va a ser quien coordine el talento humano, basado posiblemente en las verticales y monolíticas directrices del proyecto revolucionario originadas en las profundas vísceras emuntorias de algunas mentes “lúcidas” de corazones en ascuas.

Para lograr que aquellos “cerebros” prófugos regresen, es necesario crear condiciones propicias que los atraigan: imperio de la ley, institucionalidad, garantías constitucionales, seguridad pública, atracción de la inversión extranjera, incentivos fiscales y sobre todo libertad, mucha libertad; libertad de expresión y de pensamiento; libertad de empresa y de prensa. Un ente burocrático controlado por su majestad, por antonomasia se opone a todo esto, y a juzgar por lo ya vivido en estos cuatro años, lo afirmado hasta aquí resulta ser lapidario. A parte de todo esto, no hay que perder de vista la necesidad de una infraestructura que esté al nivel de dicho desarrollo y sofisticación intelectual. Se colige entonces, que en Ecuador, casi nada de aquello existe o se encuentra en estado incipiente. Por eso, las palabras de Correa son simple y pura demagogia, la cual no cuaja ni cala, precisamente en aquellos “cerebros” a los que pretende atraer con sus oropeles de pacotilla y sus soluciones burocráticas socialistas.

En USA, por ejemplo, para encontrar trabajo como médico, uno no necesita arrimarse a una fracasada revolución que se mantiene en el poder gracias al voto mayoritario de los “descerebrados”, (aquellos cerebros que no han tenido la suerte de educarse y despertarse de ese letargo en el que se encuentran sumidos gracias, precisamente a las acciones de sus propios biempensantes gobernantes.) En USA los estudios realizados, las credenciales académicas y la experiencia laboral son suficientes para conseguir muy buenos trabajos con reconocimiento social y salarial. ¿Quién en su sano juicio va a dejar su trabajo científico bien remunerado, por venir a Ecuador 4 meses a supuestamente derramar su sapiencia en un medio hostil y casi desértico? ¿Será que Correa cree que tales “cerebros” pueden dejar sus sitios de trabajo por 4 meses así como así? ¿Será que el Estado puede cubrir las demandas salariales de estos talentos? ¿Será que Correa aún cree que las cosas se arreglan a punta de decretos?

Nuestras fimóticas mentes revolucionarias han hecho gala una vez más de su “lucidez” y de su candor. Como diría el Pájaro Febres-Cordero, estitos si que dan ternura… ¡ya lloro! (¡Pero yo no regreso!)

1 comentario:

Professor Hoax dijo...

Mentes fimóticas, ese es el término correcto, el prepucio mental no les deja sacar la cabeza.