jueves, 17 de septiembre de 2009

Llevando piñas a Milagros

Para aquellos que no conozcan, Milagros es una ciudad en Ecuador, famosa por su generosa producción de piñas. En Ecuador cuando se quiere hacer énfasis sobre lo absurdo que resulta redundar en algo, o como dicen en otros sitios, llover sobre mojado, se utiliza una famosa expresión que reza así: ¿Para qué llevar piñas a Milagros?

La siguiente, es una carta publicada aquí, aquí, y aquí en la cual se cuestiona al gobierno de la robo-lución ciudadana por traer, con dineros públicos, médicos cubanos, para que "nos den" ayudando con nuestros problemas de salud.

Aquella idea de que la medicina cubana es de tan alto nivel solo cuaja en sitios poblados por gente bastante elemental. Países empobrecidos en los cuales la autoestima es ínfima, lo cubano resulta superior. ¿Cómo puede ser superior al Ecuador la medicina de un país sumido en profunda pobreza, al cual la falta de insumos y materiales es una cuestión crónica? ¿Qué ciencia se puede producir en Cuba sin dinero que la financie? El marketing cubano ha infestado las mentes noveleras y pueblerinas.

En lo personal, yo estaría muy temeroso de irme a hacer atender en Cuba, pues no tengo ninguna garantía de que lo que se vaya a utilizar en mi, no sea algo reciclado, viejo, obsoleto, anticuado o algo que me fanfarronean. Yo no asumo a priori que el nivel médico cubano sea de primera. Simplemente porque gente sin conocimientos médicos me lo diga, yo no me lo trago. Necesito un poco de evidencia en el asunto.

Cuba no tiene acceso a la ciencia de forma libre. ¿Cómo se puede, entonces, esperar que tengan medicina de punta? Lo que si hacen en Cuba, es darle a la gente un placebo muy costoso. Le "meten el dedo" al paciente y le hacen creer que le han dado la panacea. Y como los pacientes-turistas creen que porque les costó un ojo de la cara, entonces debe ser bueno. Les limpian el traserito con pañitos húmedos. Los entalcan, los pasean, les proveen jineteras con diploma médico. Los galenos cubanos se dan por bien pagados si usted les lleva de regalo un poco de jabón, shampoo, pasta de dientes, papel higiénico o desodorante; cualquier chuchería electrónica es una joya, y un poco de chicles norteamericanos, una barra de chocolate son un verdadero "delicatessen".

El gobierno cubano se encarga de chuparle toda la plata al incuato paciente extranjero, mientras lo tiene entretenido con una parranda inolvidable y actos de brujería con matices de sofisticación. Al final del día, los médicos cubanos no han hecho nada diferente a lo que se hace en cualquier otro sitio del mundo en donde se haga medicina de acuerdo a los últimos estándares. No obstante, no se hacen responsables de nada, y usted no les puede demandar por mala práctica médica.

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CARTA:

Si un médico foráneo desease ejercer su carrera en otro país tendría que cumplir con un sinnúmero de requisitos y hacerse merecedor de una licencia que lo faculte para tal. Dudo mucho de que un médico graduado en Ecuador pueda alegremente entrar a Cuba y dedicarse altruistamente a curar cubanos.

Solo en un país como el nuestro, donde la autoestima es misérrima, se pueden dar cosas como que un gobierno con espíritu de tarima, importe galenos cubanos para que vengan a hacer lo que nuestros propios médicos pueden ¿Acaso no existen buenos médicos en  Ecuador? ¿Cuál es el verdadero propósito de traer piñas a Milagro?

Solo en Ecuador, y porque todos nos creemos la mamá de Tarzán, no tenemos instituciones que se dediquen a otorgar licencias para el ejercicio profesional, garantizando a la población que quienes las reciben, cumplen con mínimos estándares académicos y profesionales. Con gritar fuerte o fanfarronear que uno es especialista por haber hecho algún cursillo en el extranjero, ya creemos que es suficiente.

Por eso, médicos cubanos que no han pasado por algún control de calidad académico-profesional en Ecuador, pueden ejercer sus “buenos oficios” sin restricciones ni limitaciones

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