domingo, 26 de abril de 2009

Ley Seca

¿Qué diferencia existe entre acudir a las urnas en estado etílico, y votar bajo las circunstancias actuales de embrutecimiento?

Si el voto fuese facultativo, no habría necesidad de una "ley seca". Si el voto fuese voluntario y no obligatorio, nos hubiésemos ahorrado muchas penas.

Ganarse el voto, cuando este no es obligatorio, simplemente es un paso hacia una, posiblemente, mejor y verdadera democracia.

Las elecciones de éste domingo 26 de Abril, una pantomima mas, para justificar un absurdo y enmascarar un engaño.

lunes, 13 de abril de 2009

Ignorance is bliss: Día del Maestro.

En la tierra de la mamá de Tarzán, cualquiera puede brillar cual oropel; cualquiera grita medio fuerte y convence a los demás de sus portentosas proezas y de su indiscutible e inescrutable conocimiento, y de su autoridad en materia de todología. Todos son unos sabios. No existe un mortal en este paraje, que acepte con humildad sus limitaciones, y por eso habemos quienes opinamos de todo. Pero la audacia va mas allá, pues los hay, aquellos que operan de manera temeraria, asegurando a los incautos, que sus obrajes son el non plus ultra de la materia en cuestión; son tan audaces, que pasan de la charlatanería y fanfarronería, a hechos y praxis basados en conocimientos escuetos o inexistentes sobre el tema.

La idea de tener que obtener licencia para todo, como en los países desarrollados, simplemente aterra a estas madres del rey de los monos. (¡ojo, no hablo en particular del Nebot!)

En otros lugares del mundo, se necesitan permisos y licencias, lo mismo, para poder ser un vendedor ambulante, como para poder ejercer la medicina o las leyes. Existen organizaciones e instituciones específicas que se encargan de garantizar a la población en general, que quien se dedica a una actividad en particular, cumpla con unos requisitos mínimos indispensables que garanticen la idoneidad y profesionalismo de dicha persona en dicha actividad. La estrictez de dichas organizaciones, sus requisitos y condiciones, varían, como varían las actividades que éstas regulan y sus implicaciones en asuntos que pueden afectar la vida de las demás personas. Tan es así, que para poder vender hot-dogs, los requisitos son básicos, y demandan un mínimo conocimiento de higiene, cocina, limpieza, seguridad, pulcritud y administración de desechos. No obstante, los permisos y licencias se otorgan a quienes demuestran competencia en dicha actividad. Para los médicos, por ejemplo, el obtener una licencia para ejercer dicha carrera involucra una extensa lista de requisitos, que no admiten excepciones, y que demandan niveles muy altos de conocimientos, destrezas, ética y profesionalismo; se les exige pasar una serie de exámenes de alta complejidad, se les demanda un tiempo de entrenamiento mínimo bajo supervisión, se los somete a un examen de 16 horas, por medio del cual obtienen el “board” de su especialidad y finalmente se les demanda un mínimo básico de horas anuales de capacitación y actualización continua de conocimientos, durante el tiempo que ejerzan su carrera. La complejidad de los requisitos para obtener una licencia para dedicarse a cualquier actividad, varía de acuerdo al grado o nivel de complejidad de la actividad misma, y depende, en gran parte, de cuan deletérea en la vida de o vidas de otras personas, puede ser una conducta negligente de dicha profesión u oficio.

Los maestros no son la excepción, y aunque como todo en la vida, nada, ni nadie es perfecto, estos deben someterse a exámenes y evaluaciones periódicas, que garanticen que su nivel académico, profesional y de actualización es adecuado, para sostener un sistema educacional que se ajuste a unos mínimos requisitos.

Siendo el Ecuador la tierra de las originalidades, la educación y quienes supuestamente la imparten, no pueden ser una excepción a esa absurda premisa.

Es tal el cinismo de estos maestritos, que se atreven a pedir que se derogue una de las pocas cosas medio buenas que esbozan una intencionalidad en querer salir del subdesarrollo mental y social en el que vivimos en el país.

Dicen oponerse a los exámenes de evaluación de conocimientos y capacidades intelectuales que el ministerio de educación ha implementado, porque estos son “punitivos, persecutores y sancionadores”. El simple hecho de que afirmen que algo es punitivo y sancionador, y su limitación en cuestiones de semántica, confirma la necesidad de dichas pruebas. Yo no se quién los persigue, o intenta castigarlos. Talvez sea que, para ellos, la idea de que hay que autosuperarse, capacitarse, ampliar los conocimientos y perfeccionarlos, se la percibe como un castigo, y su obligatoriedad una forma de persecución. Ni siquiera se dan cuenta de que la única manera de saber si sus conocimientos y capacitación se encuentran en un nivel mínimo indispensable, es a través de pruebas estandarizadas. Y que fallar en dichas pruebas, no es sinónimo de castigo, sino evidencia de mediocridad, que merece ser remediada por correctivos racionales: mas estudio y preparación.

Claro, ellos gritan a viva voz en cuello, tal como lo haría cualquier otra mamá de Tarzán que se precia se serlo, que sus conocimientos son suficientes y bastos; y se amparan en la geografía y en la situación económica, para justificar su mediocre formación.

Cierto es, que gracias a las nulas o, igualmente mediocres, políticas e inversión en materia de educación de éste y de los gobiernos anteriores, y sumando a ello, el secuestro miserable del que son presa los maestros, en manos de los truhanes y pelmazos del MPD y su caduca ideología comunista, es que los de este gremio y sus "víctimas", los estudiantes, son, en su mayoría, brutos.

¿A quién se le ocurriría, por ejemplo, poner su cerebro, en manos de un sujeto que no ha demostrado su competencia en medicina o en neurocirugía, y que pretende operarlo, alardeando de sus conocimientos, y fanfarroneando de ellos y de ser la última papaya del desierto en el tema, pero que se rehúsa y opone a ser evaluado en dichos conocimientos, por considerar que los exámenes académicos a los que se deben someter los médicos, son "punitivos, perseguidores, y sancionadores"? Así mismo: ¿A quién, en su sano juicio, o en capacidad de darse cuenta de las cosas, se le ocurriría depositar la educación de sus hijos, en manos de unos maestritos mal capacitados, mal preparados, ínfimamente ilustrados, o analfabetos funcionales? La respuesta es sencilla: a quien no le queda otra opción y alternativa; a quien carece de un marco de referencia para darse cuenta de tal cosa, y desconoce de otras realidades. Es decir, al resto del pueblo. Y con eso, se perpetúa y perenniza el estado de privación académica, que se ha convertido en una cuestión crónica y endémica. He aquí la respuesta a la popularidad de nuestro presidente y la de los que lo precedieron. He aquí, la razón por la que el pueblo elige los gobernantes que tiene. Brutos, educando/embruteciendo a otros, aún mas brutos.

La perversidad del sistema se ensaña con los mas necesitados, y no llega la hora, en que algún líder visionario, rompa ese ciclo y con determinación empuje y genere un cambio de mentalidad y de conducta.

Los líderes gremiales de la UNE en verdad hacen esfuerzos encomiables, por ocultar el sol con un dedo, y por engañar al mundo, diciendo que son capacitados. Rechazan los exámenes del ministerio, porque éstos, simplemente demuestran su ineptitud, ignorancia, e incapacidad. Esgrimen alguna tipo de monserga ya conocida, y trillada, que pretende darles la razón en la insensatez. Solo en Ecuador, la mediocridad y sus estrepitosas y desafinadas expresiones sonoras, pueden encontrar oídos e imponerse mas allá del sentido común.

Educación, una obsesión de este humilde servidor. Flores dixit

domingo, 12 de abril de 2009

Los derechos de los indios, y los derechos de los humanos

Dicen los entendidos en DDHH, (mas no los manes esos de los de-de/hache-hache) que en la modernidad, o sea, hoy, (época en la cual según este humilde servidor, la novelería es usada como sinónimo de modernidad) los derechos de las comunidades indígenas y otras etnias deben ser respetados, y preservados, para que su identidad y cultura no se vean alienados o menoscabados y deformados por la influencia del hombre “blanco”.

Fundamentan la defensa de la conservación de las tradiciones, las formas de autodeterminarse y el modo de entender el derecho, de esos grupos étnicos, en la idea de que cualquier tipo de ingerencia externa, llevaría a la desintegración y eventual disolución y extinción de dicha cultura. La idea de preservar dichas culturas, se sustenta a través del establecimiento de derechos especiales que solo son aplicables a esos limitados grupos humanos. Yo creo que, mas que derechos especiales, o normas de protección al supuesto derecho a existir de estos mini conglomerados humanos, son simplemente eufemismos creados para otorgar y legitimizar ciertos permisos especiales y laxitudes legales, que privilegian a esas “nacionalidades” por encima del ciudadano común.

Dicen al mismo tiempo –los manes de los de-de/hache-hache- que existe un supuesto derecho consuetudinario y que la justicia de estos grupos de personas, se basa en esas tradiciones centenarias o milenarias (¿?), profundamente arraigadas en la conciencia individual y colectiva de esas personas, y que deben ser defendidos y preservados, por ser esta defensa, una forma “evolucionada” y “moderna” de entender, en materia de derechos humanos.

En respuesta a un comentario mío acerca de lo torpe que resulta, para mi, otorgar ciertos tipos de privilegios en la constitución a grupos sociales como los indígenas, sobre todo, porque la misma constitución denuncia la igualdad ante la ley, (ojo, muchos socialistoides del siglo XXI creen que igualdad ante la ley equivale a homogeneidad de las personas), dice mi amigo invisible, Xavier Flores lo siguiente:

“Sobre tu crítica a la noción de derechos colectivos, pues ésta es una noción que tiene sólidas bases en la teoría jurídica. Hace tiempo se abandonó la teoría que reducía a las personas a individuos abstractos y el derecho empezó a hacerse cargo de comprender la realidad de numerosos grupos de personas cuya vida cobra sentido en la identidad que obtienen por las particularidades de su entorno cultural. El que tú pienses que “nadie” conoce ese entorno cultural solo nos dice algo acerca de tus prejuicios en la materia: podrías leer muchos estudios antropológicos para salir de tu ignorancia en este punto.”(sic)

Ante esa afirmación de Flores, yo antepongo ciertas realidades contundentes, que chocan contra estas teorías, francamente inaplicables, a menos que se las imponga, lo cual resulta, del todo, contradictorio en materia de derechos humanos, y sobre todo contradictorio con la idea de no intervenir en dichas culturas, so pena de alienarlas o contaminarlas con la forma de vida del hombre “blanco” y de favorecer el etnocidio.

Ejemplos de esas realidades: En las comunidades indígenas, la violación no es considerada un delito. Según los organismos internacionales serios, las declaratorias de los derechos humanos, consideran a la violación sexual, como un delito execrable, que merece todos los esfuerzos para que se implementen políticas y acciones que estén orientadas a prevenir y castigar dicha conducta. Los indígenas, para sorpresa de muchos, ni siquiera saben que la violación es un delito. Pregunto yo: ¿Cómo se va a lograr cambiar la cultura indígena, sin contaminarla con la mentalidad y justicia del hombre blanco? Los conceptos de bueno o malo difieren de una sociedad a otra, y de un individuo a otro. No obstante, se entiende que en el camino de la civilización, y en el curso de la humanidad, se han buscado mecanismos que creen un punto común de acuerdo, que a su vez, sirva de punto de sustento para juzgar lo bueno y lo malo en materia de derechos humanos.

Otro ejemplo: la ablación del clítoris en ciertas tribus africanas. Esta es una tradición milenaria. Si nos acogemos a lo dicho por Flores, entonces, no tendría sentido y mas bien sería un atentado contra los derechos de esas tribus, el que se pretenda cambiar y erradicar esa praxis milenaria.

Las flagelaciones e inmolaciones que se dan en las comunidades indígenas, son otro ejemplo mas de ese accionar, supuestamente sustentado en esas tradiciones propias de una cultura.

La novelería de ciertas personas en preservar “una cultura” puede mas que aceptar la idea de que el progreso, o mejor dicho, la evolución en civilización, implica que dicha “cultura” deba o pueda ser asimilada, incluida, amalgamada en una cultura mayor, superior o mas dominante, misma en la que si operan los cambios de mentalidad que obran en beneficio de todos. Esta es una de las grandes contradicciones de estos manes de los de-de/hache-hache.

Algún dotado, me decía que el “etnocidio” es un crimen tremendo. Que permitir que una cultura milenaria, que ha estado ahí por tanto tiempo, desaparezca, se inserte o se adapte y acomode a la amalgama híbrida que constituye la cultura occidental moderna, es algo que la humanidad no puede permitirse. Pregunto yo: ¿debemos entonces renegar de toda la historia de la humanidad, la misma que se ha caracterizado por la preponderancia unas culturas sobre otras, ya sea por vías violentas, ya sea por vías pacíficas, ya sea por alienación de unas con las manifestaciones de otras, ya sea por amalgamación, ya sea por la razón que fuese? Ahora estos noveleros “dotados” nos dicen que en aras de un mejor entendimiento de los derechos humanos, se debe evitar interferir en aquellas instancias de las etnias, que atañen a su sistema de justicia y del juicio que tienen de lo bueno y de lo malo.

La simple idea universalidad de los derechos humanos peca de etnocentrista. La historia de la humanidad se basa en la idea de vencidos y vencedores. De conquistados y conquistadores. De una cultura imponiéndose, por la vía que fuese, a otra cultura, o en su defecto, una simbiótica asimilación de ellas.

Debo entonces, criticar nuevamente la absurda asepsia del discurso netamente teórico de los intelectuales de los de-de/hache-hache, quienes, igual que el perro del hortelano, no comen, ni dejan comer. Ya que su discurso choca con la realidad. Ellos mismos consideran que ciertas manifestaciones culturales de las diferentes etnias en el mundo, son atentatorias a los derechos básico humanos, irónicamente universalizados y por lo tanto, profundamente etnocentristas. Irónicamente, estos mismos intelectuales, son quienes se lamentan de la evangelización que “sufrieron” los

Yo no creo que se pueda hablar de preservar la cultura de una etnia, cuando a ésta se la obliga a, o se la quiere “convencer” de aceptar otras normas, leyes, formas de pensar y ver las cosas. No se puede incorporar en sus milenarios códigos y preceptos, ideas de neutralidad, pluralidad, equidad, y demás principios básicos de derechos humanos, sin reconocer, que tal cosa representa un paso mas hacia la inminente destrucción de dicha cultura, mediante movidas progresivas que la llevan a adaptarse y a asimilar lo que predica la otra cultura, que en nuestro caso, es ese híbrido llamado occidente.

O se les deja, o no se les deja. Así de simple. Y en el caso particular del Ecuador, la majadería esa de constitución, claramente estipula que el Ecuador es una nación indivisible y que todos aquellos que viven en el territorio ecuatoriano, se enmarcan y someten a dicha constitución. Por lo tanto, es una verdadera contradicción, otorgar privilegios especiales a ciertos grupos de individuos; privilegios que simplemente resultan en la negación de la igualdad ante la ley, y que además permiten, por una supuesta defensa de derechos (¿?), la violación de muchos otros derechos, que han sido suscritos internacionalmente por el propio estado ecuatoriano.

“…el derecho empezó a hacerse cargo de comprender la realidad de numerosos grupos de personas cuya vida cobra sentido en la identidad que obtienen por las particularidades de su entorno cultural” (sic)

¿Cuáles son esos grupos de personas cuya vida cobra sentido en la identidad que obtienen por las particularidades de su entorno cultural? ¿Quién define a esos grupos, ellos mismo acaso? ¿Qué impide, bajo esa premisa, que otros tantos se organicen y proclamen que su vida cobra sentido en la identidad que obtienen por las particularidades de su entorno cultural? Ante ello, cualquiera puede considerarse buen candidato para los privilegios especiales que tanto tiempo atrás el derecho empezó a hacerse cargo.

“El que tú pienses que “nadie” conoce ese entorno cultural solo nos dice algo acerca de tus prejuicios en la materia: podrías leer muchos estudios antropológicos para salir de tu ignorancia en este punto.” (sic)

A parte de reflejar una agresividad pasiva, el autor de estas palabras también demuestra desdén, si no desprecio, por la historia de la humanidad. Nadie niega el entorno cultural de las etnias. Pero hay que ser verdaderamente un teórico, para no darse cuenta que las etnias no se encuentran aisladas del mundo, (con excepción de unas poquísimas, perdidas en la profundidad de la selva amazónica y que están condenadas a la extinción) y que tarde o temprano, la influencia externa se impondrá en ellas, o de lo contrario, y se optan abstraerse de ese mundo exterior, se verán obligadas al ostracismo y aislamiento absolutos, que a la postre conllevan a la extinción.

Si los derechos humanos son universales. Si el Ecuador es un estado indivisible y único. Si todos los ecuatorianos somos iguales ante la ley. No se puede hablar de derechos en materia de justicia, de las etnias y “nacionalidades” pues, es simplemente una absurda contradicción. La humanidad no es estática, y por ende, pensar que una etnia pueda preservar su cultura y su supuesto derecho consuetudinario o códigos secretos invisibles, a pesar de las influencias del mundo externo, es simplemente otra insensatez de quien predica desde un pupitre universitario y nunca se ha empapado con la realidad, y desconoce de la historia de la humanidad.

Por lo tanto, si los manes de los de-de/hache-hache quieren promover la defensa de las etnias y de sus principios de justicia, tendrán que abogar por una política de estado que las confine, aísle, y excluya del resto del Ecuador, así como deberán reconocer y hacer que el mundo reconozca, que las flagelaciones, mutilaciones, ablaciones, inmolaciones, violaciones, y demás actos, que dentro de esas etnias son cosas normales y justas, y que el resto del mundo deberá aceptarlas, para que la cultura de dichas etnias se mantenga incólume al paso del tiempo y a las influencias del hombre “blanco”. Caso contrario, es decir, si se quiere que las etnias adopten ideas y principios de derechos humanos internacionalmente aprobados, tendrán, tanto las etnias, como esos manes de los de-de/hache-hache, que aceptar las ideas etnocentristas de la universalidad de eso mismos derechos humanos, y por ende, deberán abogar por la asimilación, inserción y amalgamación de dichas etnias y sus culturas, a la cultura superior de occidente. En otras palabras, tendrán que aceptar la idea de que el etnocidio tiene cabida y es justificable, si se quiere ser purista en el asunto de los derechos humanos. O se defienden los derechos humanos de todos los humanos, o se defienden los derechos humanos de ciertas minorías, a sabiendas de que muchas veces, esos derechos defendidos de las minorías pueden estar en completo desacuerdo con los derechos humanos universales.

¿Qué mismo?

Y sin embargo... el condón si fomenta el incremento del SIDA

Como comentario final al candente debate que se presentó en el foro de mi amigo invisible, Xavier Flores, esta es la conclusión a la que pude llegar:

Estoy seguro que ni Saldaña, ni Flores, ni Cástulo Contreras, ni nadie aquí en este foro puede negar los siguientes hechos concretos:

1) Si una persona se abstiene de tener relaciones sexuales, por simple lógica, las posibilidades de contagiarse con el HIV son 0%, por la vía sexual.
2) Si una persona mantiene relaciones sexuales sin protección con alguien HIV + tiene una posibilidad de contagio muy alta. (>88%)
3) Si una persona se protege con condón, antes de embarcarse en una relación sexual con alguien que pueda estar contagiado con el virus del HIV, tiene una posibilidad de contagiarse de entre 15 y 5%, pues la efectividad del condón oscila entre el 85 y 95%.
4) Se ha promovido el uso masivo del condón a nivel mundial, ha pasado a formar, hasta parte de una política de muchos estados y de organizaciones internacionales. A pesar de ello, el número de infectados de HIV ha aumentado mundialmente.
5) La incidencia de contagio de HIV a nivel mundial ha aumentado, pese a cualquier política implantada y la accesibilidad que se tiene al condón.
6) La incidencia de contagio de HIV ha disminuido en ciertos sitios en donde se ha abogado por la abstinencia y la monogamia, por encima del uso indiscriminado del condón.

Conclusión lógica: La abstinencia, monogamia y fidelidad han demostrado ser más eficaces en evitar o prevenir el contagio con el HIV, que el uso del condón y la “educación” sexual basada meramente en la mecánica copulativa y en las recetas anticonceptivas.

El uso del condón simplemente ha creado una falsa idea de seguridad, lo cual ha llevado a que muchos lo usen confiados en que nada va a pasar. Muchos han optado por la promiscuidad sexual, (entiéndase por promiscuidad, aquel comportamiento repetitivo, insistente y hasta obsesivo-compulsivo, que obedece meramente a la sumisión del individuo al instinto animal) creyendo que de aquella conducta, nada se va a derivar, gracias al uso del condón. (Esa es la idea que se extrae, del tipo de educación que fomentan y entienden Flores et al)

Dado que el condón tiene un margen de efectividad limitado al 85-95% en prevenir el contagio con HIV; eso significa que cada vez que una persona prefiera usar el látex en lugar de una abstinencia racional, incrementa sus posibilidades de contagio de 0% (con la abstinencia) a 15-5% (con el uso del condón.) multiplicada por el número de veces que se repita dicho comportamiento. Si a eso lo multiplicamos por los millones de personas en el planeta tierra, repitiendo dichos comportamientos, fácilmente se puede concluir que el uso del condón conlleva a mas contagios de HIV, que el no uso del mismo acompañado de esa supuesta “idiotez” llamada abstinencia, monogamia y racionalización de la sexualidad humana, “absurdamente” predicadas por la Iglesia Católica.

Dice Xavier Flores, de forma lúcida y peyorativa, que para él, la abstinencia es una aberración. Habría que preguntarle a nuestro director de ceremonias, qué entiende él por abstinencia, y en dónde radica la aberración. Esto, porque las personas que se precian de racionales, todas, sin excepción, e independientemente de sus creencias, practican la abstinencia en su vida diaria. A excepción de los enajenados mentales, incapaces de controlar voluntaria y concientemente sus impulsos y arrebatos sexuales, a causa de anomalías bioquímicas, estructurales u orgánicas, el resto de personas, son capaces de someter sus instintos a su racionalidad. Es decir, aquellas personas que se encuentran dentro de las 2 desviaciones estándar tanto a la derecha, como a la izquierda de la media, practican la abstinencia en sus vidas diarias. Existen unas tantas que se salen de la norma, (por ende anormales, o aberradas) y son las que se van a los extremos, bien sea que se ubican en el extremo donde están aquellos que copulan irrefrenablemente, ininterrumpidamente y sin el menor recato, como es el caso de violadores, pederastas, viejos verdes, ninfómanas, y hasta ciertos blogueros que se las dan de don Juanes; o ya sea el otro extremo, en el cual encontramos a los eunucos, a los impotentes, a los afectos de anhedonia o depresión, y a aquellos que han optado por una vida de templanza, observación y celibato. Cierto es, que los hay, unos tantos, a quienes la abstinencia les importa un rábano, y no copulan, pero no por falta de ganas, sino por falta de medios, o por unidades defectuosas. No obstante, siguen siendo parte de aquellos extremos o minorías, y no de la norma. (Talvez, por lo que son minorías, es que ciertos jurisconsultos de los de-de/hache-hache simpatizan con sus causas y la defensa de sus derechos. No se. Sin embargo, eso es otro cuento que no viene al caso)

Habiendo dicho lo anterior, quedan por aclararse ciertas interrogantes: ¿Cuándo se deben abstener las personas? ¿Hasta cuándo se deben abstener? Y el porqué de su abstinencia. Esos detalles son los que marcan la diferencia entre quienes prefieren, optan, deciden y acatan libremente, las recomendaciones de la Iglesia Católica, como fuente de referencia y punto de partida, y aquellas personas que obran de manera diferente, opuesta, antagónica o crítica, cuando de abstinencia se trata y por las razones que ellos puedan esgrimir.

Sean cuales fueren las razones, las personas que nos consideramos racionales, simplemente nos inhibimos de copular a cada instante, o en cada momento en que una idea de contenido sexual se posa en nuestras mentes, o un ser ajeno a nosotros, despierta los instintos sexuales. Por lo tanto, a estas alturas, sería prudente que nuestro anfitrión nos aclare este asunto de la abstinencia desde su muy particular perspectiva.

El éxito de la prevención del contagio del HIV radica en como encaramos esas mismas interrogantes que antes mencioné, y que hacen que nos diferenciemos, quienes optamos por una abstinencia basada en la racionalidad y los principios de la Iglesia; de aquellos, y aquellas, sujetos y sujetas, (para no ofender a las de aquel gremio) que la practican de manera mas o menos consistente, ordenada y disciplinada. En otras palabras, la diferencia radica en si sucumbimos a la bajeza de los instintos, a la animalidad, y estas se imponen a nuestra racionalidad, o no, así como de cuántas veces nuestra conducta sexual va acompañada de las nociones de respeto, afecto, amor, y de conceptos como el de familia y reproducción, y cuántas veces no. Muchos entendemos que el sexo y la sexualidad, van de la mano de esos otros factores, y no podemos ni disociarlos ni desprendernos de ellos. Muchos entendemos que el sexo y la sexualidad se disfrutan plenamente cuando estos dos elementos –sexo y sexualidad- son vistos como parte de una entidad mas compleja que no permite separarlos de la afectividad y el amor, y en muchas veces, la reproducción. Muchos,no buscamos tener sexo pro el simple hecho de tener sexo, sino que preferimos conocer a otra persona, despertar afectos y amor, y hacer del sexo y la sexualidad, simplemente una forma mas de expresión de dichos sentimientos. Hacer el amor, es para quienes entienden esta idea, en donde el sexo se somete a otros factores. Por el contario, “culiar” “follar” tirar” “montar” o actuar como perros, es lo propio de quienes optan por copular, eliminando sentimientos, afectos, valores, amor y principios de familia, priorizando al sexo por el sexo. Por lo tanto, nuevamente lo repito, Ruíz Navas tiene la boca embarrada de razón al usar la analogía de los perros. No todos actuamos a priori, y con una imagen superpuesta de nuestro falo. No todos nos sometemos sin beneficio de inventario a los designios de nuestras gónadas y genes. No todos somos esclavos del instinto. No todos interactuamos con otras personas en aras de conseguir sexo. Preferimos conocerlas, amarlas y también desearlas antes de recurrir al sexo.

El DRAE define Aberración de la siguiente manera:

(Del lat. cient. aberratio, -onis).

1. f. Grave error del entendimiento.

2. f. Acto o conducta depravados, perversos, o que se apartan de lo aceptado como lícito.

3. f. Astr. Desvío aparente de los astros, resultante de la combinación de la velocidad de la luz con la de los movimientos de la Tierra.

4. f. Biol. Desviación del tipo normal que en determinados casos experimenta un carácter morfológico o fisiológico.

5. f. Ópt. Imperfección de un sistema óptico que produce una imagen defectuosa.

~ cromática.

6. f. Fís. Defecto de un sistema óptico al no coincidir las imágenes de un mismo objeto producidas por los diferentes colores de la luz.

~ de esfericidad.

7. f. Ópt. Imperfección que presentan algunas imágenes producidas por sistemas ópticos al no corresponder a cada punto o recta del objeto un punto o recta, respectivamente, de la imagen.

Si, como ya se acaba de demostrar, la mayoría de seres humanos nos inhibimos, abstenemos, evitamos tener relaciones sexuales a cada momento, porque básicamente nuestra racionalidad y los motivos que en ella operan nos lo impiden, entonces debe, por honestidad intelectual, el contestatario Flores explicarlo.

Pregunto yo, entonces: ¿Es Xavier Flores un aberrado? Yo lo dudo. Pero sus palabras llevan a pensar que él, no se ha dado cuenta de que se denigró a si mismo al afirmar que la abstinencia es una aberración. Ignorance is bliss... (they say)!

miércoles, 8 de abril de 2009

Esos manes y el condón... Medardo y sus players.

Ruego paciencia y tiempo para la lectura de la siguente secuencia de cartas. Pero el tema es uno de aquellos que, por mi profesión y por mis propios principios éticos y morales, me interesa muchísimo.

La primera, es una carta de un lector al diario HOY, en la cual se dan unas razones bastante sólidas, del porqué el Papa tiene razón al emitir sus comentarios en forma pontífica. Los hechos relatados en dicha carta demuestran que lo que promueve la Iglesia Católica han probado ser mas efectivos que la difusión masiva de condones.

La segunda, es el editorial de Federico María San Feliú en diario HOY, al cual yo hice algunos comentarios, los mismos que también fueron publicados por el mismo diario.

Seguidamente, mi dilecto amigo invisible, don Omar Ospina hace lo suyo, y menciona mis palabras (vale aclarar que entre don Omar y yo, existe una extensa relación epistolar sobre temas de similar laya y envergadura)

Posteriormente, se da mi réplica al editorial de don Omar. El contesta con una nueva misiva, y finalmente, yo doy la contraréplica. A manera de puntillazo, cito el editorial de Jaime Acosta.

Considero que es una interesante secuencia de artículos y misivas, que bien valen la pena publicar para dar cabida a debates "serios y robustos" y no a aluciones alevosas y sin fundamentos que no pasan de los estereotipos , las burdas generalizaciones y las ideas distorcionadas de la historia.

Sin mas, que se abra el telón:

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Edgard C. Green, el mayor experto en sida en Harvard, da la razón al Papa. “No se puede resolver el flagelo del sida con la distribución de preservativos: al contrario, el riesgo que se corre es el de aumentar el problema”, fueron las palabras del Papa en Camerún.
Y, a pesar de las últimas críticas, es una opinión avalada por los científicos. Entre ellos, el experto en epidemiología del sida Edward C. Green, que el pasado abril publicaba en la revista de pensamiento First Things que el sida se ha reducido en Uganda, Kenia, Haití, Zimbabue, Tailandia y Camboya, y en zonas urbanas de Costa de Marfil, Etiopía, Zambia y Malawi.

Lo común en todos estos sitios es que se había reducido el número de parejas, habían aumentado la fidelidad, la monogamia y la abstinencia. Una medida que ya se trazó en 2004, cuando se publicó el consenso Lancet, en la revista médica The Lancet, donde 140 expertos de 36 países establecían el ABC (‘Abstinence’, ‘Be faithfull’ -sé fiel- y ‘Condom’) como línea común de actuación. El consenso dejaba claro que lo más eficaz era la A y la B y que el condón no elimina el riesgo sino que lo reduce.

En otra reciente entrevista con el National Review Online, extractada por El Confidencial Digital, Green explica la ‘compensación del riesgo’: “Cuando se usa alguna tecnología para reducir un riesgo, como el preservativo, a menudo se pierden los beneficios asumiendo un mayor riesgo que si uno no usara esa tecnología”, explica. “También me di cuenta de que el Papa dijo que la monogamia era la mejor respuesta al sida en África. Nuestras investigaciones muestran que la reducción del número de parejas sexuales es el más importante cambio de comportamiento asociado a la reducción de las tasas de contagio del sida”, afirma.

Según los expertos, más eficaz en África es educar en abstinencia y la monogamia, como demuestra desde hace años el caso de Uganda y, recientemente, el de Kenia, países que han invertido en estos valores y han visto reducirse los contagios. Así lo asegura Green, que sostiene que el modelo en la lucha contra el sida sigue siendo el ugandés, donde el Gobierno adoptó en los años ochenta un programa que decía “Quédate con tu pareja o sé fiel”: “Allí los programas han intentado modificar los comportamientos sexuales a un nivel más profundo”.

Edward Green, autor de investigaciones en numerosos países de África durante los últimos 20 años, está a punto de publicar ‘Sida e ideología’, donde describe cómo la industria está recibiendo millones de dólares al año promoviendo el uso de preservativos, medicamentos, y tratamientos para el sida, y es claramente resistente a la idea de que el cambio de comportamiento es la solución.

Leonardo G. Verduga Zambrano
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Sida: lo que se dijo

Publicado el 23/Marzo/2009 | 00:04

Por Federico María Sanfelíu

sanfe@hoy.com.ec

Hoy, las noticias fácilmente se comunican en un flash informativo que resume hasta lo mínimo un contenido que pediría especificaciones.

Y así ha ocurrido con una respuesta del Papa a una periodista, en un diálogo que mantuvo en el avión desde Roma a Camerún. Preguntado el Papa sobre cómo combatir eficazmente el sida, que es una pandemia mundial (y más en África), el Papa respondió, en un contexto más largo, "no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema".

La noticia, dicha así, omitido el contexto, ha causado escándalo, y los medios de comunicación y representantes de países y organizaciones internacionales han acusado al Papa de sembrar la confusión, de desconocer el mundo en que vivimos e, incluso, han recordado que entre católicos, es sabido, se emplea el condón como medio para combatir el sida o regular la natalidad.

El Vaticano ha reaccionado de inmediato.

La noticia saltó el martes 13 de marzo y, el miércoles 14, el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el sacerdote jesuita Federico Lombardi, publicó en Yaundé un comunicado de aclaración y respuesta.

En su referencia al sida y al uso del preservativo, el padre Lombardi ha precisado en su declaración que "el Santo Padre ha confirmado las posiciones de la Iglesia católica y las líneas esenciales de su compromiso para combatir el terrible flagelo del sida", que no ha cambiado de lo que dijo Juan Pablo II y que, en una breve respuesta improvisada, no está reflejado todo su pensamiento.

Para ello, el portavoz ha explicado que las tres áreas de acción en la lucha contra el sida expuestas por Benedicto XVI son:

En primer lugar, "la educación en la responsabilidad de las personas en el uso de la sexualidad y con la reafirmación del papel esencial del matrimonio y la familia".

En segundo lugar, "la investigación y la aplicación de tratamientos eficaces para el sida, y ponerlos a disposición del mayor número de enfermos a través de muchas iniciativas e instituciones sanitarias". Recordemos: sin medicamentos de última investigación que ya son eficaces para detener el sida, no hay recuperación. Pero estos son caros y la multinacionales no están dispuestas a hacerlos accesibles a los pobres.

En tercer lugar, "con la asistencia humana y espiritual de los enfermos de sida, así como de todos los que sufren, que desde siempre están en el corazón de la Iglesia". "Estas son las direcciones en las que la Iglesia concentra su compromiso, considerando que buscar esencialmente la prevención del sida en una más amplia difusión de preservativos no constituye en realidad el mejor camino, el de más amplias miras ni el más eficaz para afrontar el flagelo del sida y tutelar la vida humana", concluyó Lombardi. Así entendido, son propuestas que merecen respeto.

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Mi comentario al artículo anterior:

23/Marzo/2009 a las 17:05

¿Puede alguien estar de acuerdo con la siguiente afirmación?: Para que dejen de ocurrir incendios forestales, la mejor solución es talar los bosques. Quien crea que dicho postulado es correcto, puede entonces aseverar que la solución al problema del SIDA, y de paso también, a la pobreza, es la difusión masiva de condones y hasta el aborto. No obstante, la lógica y la razón, nos obligan a replantearnos las posibles soluciones a dichos problemas. Claro, es mas cómodo para la sociedad y para el individuo, que los pobres dejen de reproducirse, o que se evite en un limitado porcentaje la propagación del SIDA, por medio de una difusión simplista de un método que ha probado ser menos eficaz de lo que pontificaban sus promotores, que tener que afrontar estos problemas cara a cara. Es mas difícil si, tanto a nivel de sociedad, como individual, tener que asumir responsabilidades tales como la difusión de valores y principios de sexualidad, de familia, de reproducción responsable y de abstinencia (no celibato.) La sociedad siempre busca la forma cómoda y fácil de tratar problemas complejos. El resultado es la sublimación de la mezquindad humana, del individualismo y la escasa concreción de dichos objetivos. Escurrir el bulto, y ahorrarle a la sociedad, a cualquier costo, esas responsabilidades, son las que llevan a abogar por el condón o el aborto, en lugar de dedicar esfuerzos en educación integral, mas allá del conocimiento de la mecánica copulativa y las recetas anticonceptivas y abortivas. Nadie se quiere comprometer con el prójimo y sentarse junto a éste, a inculcarle valores y principios sólidos, de respeto al ser humano, y hacerle saber que otros, mas afortunados, se preocupan por ellos y sus condiciones de vida, pero a través de "ensuciarse las manos", y no desde la asepsia de una postura simplista, conformista, cómoda, timorata y que previene el involucramiento de los actores.

Juan Sebastián Utreras-Carrera

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El Papa en el África…

Publicado el 29/Marzo/2009 | 00:10
Por Omar Ospina García

oospina@hoy.com.ec

Ofrecimos la semana anterior ocuparnos de la gira de SS Benedicto XVI por el África negra. Tema que trataré, como persona racional y conscientemente atea, con respeto hacia una institución con 2000 años de existencia. Pero también sin el temor que exigen todos los dioses que en el mundo han sido y con las reservas que inspira toda institución humana. Y el Cristianismo lo es. Que sus fieles le confieran inspiración y origen divinos es asunto de fe exclusivamente y, por lo tanto, improbable e irracional. Todos los dogmas del Cristianismo, así como sus preceptos morales, están inspirados en religiones, creencias, mitos, leyendas, códigos y leyes anteriores -entre ellas, el judaísmo, su base principal-. Algunas incluso muy anteriores, puesto que dioses y creencias nacen en la prehistoria del ser humano, cuando su intelecto en evolución le sugirió preguntas para las que no tenía entonces respuestas evidentes. De modo que el Papa, máxima autoridad de la Iglesia Católica, que no del Cristianismo en su conjunto, habla en su condición de autoridad humana. Esta columna no acepta ninguna connotación divina en las palabras del pontífice.

En esa condición, el Papa dijo que el problema del sida "no se puede resolver con la distribución de condones", ya que ello, "al contrario, aumenta el problema". Esta última frase no se sustenta en datos estadísticos ni tiene base científica alguna. El condón no es, por cierto, solución absoluta al problema del sida. Como todo producto humano, tiene fallas. Pero sí es una solución parcial mucho más eficaz que la que propone el Pontífice: los buenos deseos de la Iglesia, que "sufre con los que sufren". Pues "esa capacidad de sufrir con los que sufren es la respuesta que ofrece la Iglesia", según dice el Papa. Pero la terrible endemia -ninguna enfermedad- se cura con buenas intenciones ni con la "capacidad de sufrir" de la institución eclesiástica, por encomiable y generosa que sea. Un mal así se combate con métodos preventivos como el condón y con la medicina. Pero la Iglesia, aparte de "seguir sufriendo por los que sufren", propone la abstinencia general. Posición moralista, inhumana y antinatural, pues la sexualidad es inherente al ser humano, está en su esencia. En una carta de los lectores publicada en este diario el viernes 27, se acude a una analogía inválida y absurda. Dice el corresponsal que "proponer como solución al problema del sida el uso del condón es como talar los árboles para evitar los incendios forestales". La analogía equivalente sería que para solucionar el problema del sida nadie haga el amor. Y esa analogía, que sí funciona, propone algo inhumano y antinatural: negar la sexualidad de las personas. Por eso, la "solución" religiosa, abstinencia, es moralista, absurda e impracticable. Porque el sexo no se realiza solo dentro del matrimonio como quiere la moral cristiana. Hay quienes optan por no casarse o se divorcian y eso no puede implicar abstinencia bajo ningún concepto racional, lógico y humano. La educación y el uso adecuado del condón son el primer paso en la prevención del sida, y la ciencia médica en su curación y erradicación. Pero educación de verdad, no represión ni imposición absurda de reglas antinaturales.

Coletilla: Lo bueno, y lo malo también, es que en el tema del sida, como en el del aborto, el hambre y la paz, al Papa no le hace mucho caso el mundo real…

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En réplica al editorial de Ospina

29/3/09

Si bien es cierto que la sexualidad es inherente al ser humano, también lo es la razón y su superimposición ante los instintos animales. La abstinencia no es una imposición, es una alternativa. Y como seres humanos racionales podemos optar por dicha postura, que no es una actitud fija o permanente, sino prudente. Es conocido que ciertos viejitos desinhibidos, o sendos enajenados mentales no tienen control sobre sus actos y estos actos se imponen a la razón, ya sea porque no la tienen, (daños cerebrales o trastornos mentales) o porque no son capaces de someter su cuerpo a la mente. Solo así justifican la idea de que se debe tener sexo cuando éste urge. Los violadores contumaces actúan bajo similares premisas. Las personas racionales no copulan apenas sienten dicho deseo. Si, la sexualidad es inherente al ser humano, como lo es al perro, al burro o al chancho. Sin embargo, el raciocinio, la moral, los valores y principios son solo exclusivos de la especie humana. Al menos de aquellos que son capaces de pensar y actuar mal allá de sus genitales.

Coletilla: Tan poco caso le hacen al Papa, que fueron sendos presidentes, gobernantes y autoridades mundiales quienes opinaron sobre lo que dijo el Pontífice.

Atentamente,

Juan Sebastián Utreras-Carrera, MD

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La respuesta de Ospina

Thursday, April 02, 2009 9:20 PM

Doctor Utreras:

Le confieso que esperaba su carta en los términos que contempla, y no me desilusionó. Usted, con todo respeto, mantiene su postura extremista y exagerada. Algo muy propio de todas las religiones, por supuesto. No es el Cristianismo el único intransigente. ¿Conoce usted alguna religión que no lo sea? Todas son intolerantes con las demás y con los no creyentes. Cada una estima que “fuera de ella, no hay salvación”, como ha preconizado el cristianismo durante dos mil años. Y, por lo tanto, los otros son réprobos, sujetos de persecución, calumnia, tortura y muerte. Por cierto, menos mal que, como usted lo ha reconocido en alguna carta anterior, “ya no existe la inquisición”. Pero siguen existiendo, vivitas y coleando, la intransigencia y el fundamentalismo. Su carta es un ejemplo, así como la anterior que le publicó HOY, y a la cual me referí en mi artículo. Sustento mi aseveración.

Usted, y todos quienes piensan igual, asumen que quienes aprobamos el condón, estamos por la promiscuidad, el relajo, las orgías y el sexo indiscriminado y permanente, cual animales en celo. Esa es una postura calumniosa, irrespetuosa y acomodaticia a sus convicciones, que no admiten términos medios. El sexo es inherente al ser humano pero, concuerdo con usted, está sujeto a la razón, a los límites que pone la educación. Otra cosa es la castidad impuesta por reglas humanas interesadas en satanizar una práctica que es natural, aunque deba estar sujeta a las restricciones normales del buen vivir y del respeto. A ninguno de nosotros se nos ocurre ir por ahí obligando a todas las damas a fornicar, ni a ellas a ofrecerse al primer viandante. Pensar eso es equivocado y falaz, y culparnos de ello a los defensores del condón, es calumnioso y es irrespetuoso.

El condón no es perfecto, doctor Utreras. Pero rezar para no contagiarse, es absolutamente inútil y, además y con todo respeto, ridículo. Predicar la abstinencia como única solución es no sólo antinatural sino estúpido por irreal e impracticable. ¿Puede usted imaginar a cuatro mil millones de personas adultas haciéndole caso al Papa y reprimiendo sus deseos? Restringiéndolos, sí. Y eso hace la educación, no el fundamentalismo represor y bastante tonto, diría yo. Nuestra juventud, apta para la actividad sexual de manera natural desde cada vez más temprano como usted sabe, debe ser guiada, orientada, responsabilizada por la educación. No atemorizada con ex abruptos como que el sexo es pecado y el cuerpo es sucio o que debe conservarse “puro” como “templo del Espíritu Santo”. Eso es estúpido y ridículo, perdone si ofendo sus creencias. Y esa responsabilidad frente al sexo no tiene, no tiene por qué tener, al matrimonio como única alternativa de uso porque eso sería injusto con quienes no se casan, con quienes se separan y con quienes no son cristianos, lo cual no los convierte en animales ni en monstruos: son personas decentes –somos– tanto como cualquier creyente afiliado a la Iglesia. No por aquello deben estar sujetos a la castidad impuesta. Usted debería conocer hasta qué punto de inmoralidad puede conducir la castidad impuesta: los curas pederastas son legión, y el tapen tapen de la Iglesia es la actitud normal de una institución que ha condenado a sus ministros a violentar sus instintos en público y darles rienda suelta en privado. Y no digo que todos. Pero si un cura pederasta ya es mucho, los miles que lo son es demasiado y ponen en evidencia la perversidad de una regla antinatural.

De manera que el condón sigue siendo, racionalizado y regularizado su buen uso por campañas educativas, la mejor y por ahora única manera de prevenir enfermedades sexualmente contagiosas y de regular la familia, derecho de cada persona y no de una institución que no camina con la humanidad sino que pide perdón cada 500 años por sus errores. Gran parte de las fallas que se atribuyen al condón radica en su uso inadecuado, debido al temor que inspira la iglesia con sus diatribas. Educación e información es lo que se necesita, no amenazas de condenación que aunque irreales y absurdas para mentes más o menos cultivadas, son presentes y reales para el común de las gentes obnubiladas por el sermoneo de ministros “castos” pero pervertidos.

No doctor Utreras: no se usa el condón para abusar de la sexualidad sino para prevenir lo que debe prevenirse y regular las familias. Ni es necesario el aborto terapéutico como método anticonceptivo, otra falacia muy recurrente en los creyentes, sino para salvaguardar la vida de una madre en peligro o evitarle el trauma y la desgraciada vida a una niña de quien un padre desnaturalizado ha abusado desde los cinco o seis años y la embaraza de ocho, como acaba de ocurrir en el Brasil, a cuya madre el obispo excomulgó, así como al personal médico que la atendió. Tal excomunión es irrelevante por cierto para la razón, pero es importante para el creyente. Pero para la iglesia, es ella la criminal, y no el violador. Una institución que eso piensa y así actúa no merece credibilidad ni respeto de nadie. Apenas temor, que es lo que siempre han sembrado en las gentes.

Por otra parte, las culturas africanas son diferentes en muchos grados de las nuestras en occidente, pero eso no quiere decir que el sida deba dejarse crecer absurdamente hasta convertirlo en endemia planetaria, sólo porque hay que “respetar” costumbres ancestrales absurdas. Por algo el mundo y la humanidad evolucionan. Se supone que para mejorar. Y no son los parámetros culturales que mantienen la “justicia indígena” andina, ni la ablación del clítoris a las niñas para que no sientan placer –acto machista y deplorable si los hay– ni el corte de la mano al ladrón como en Arabia Saudí, ni la pena de muerte china y texana, para mencionar dos ejemplos contrapuestos, la solución a los crímenes del ser humano. Por algo se progresa racional, científica y, por cierto, éticamente. Y judicialmente, por cierto.

Así pues, quienes aceptamos el condón y el aborto terapéutico, no pensamos con los genitales sino con el cerebro, como es normal biológicamente. Pero ustedes también deberían utilizar el cerebro, no la intolerancia ni el fanatismo religioso. Bastante daño han hecho las religiones en el pasado como para que gente inteligente como usted, continúe aceptando sin beneficio de inventario sus normas antihumanas. Un poco de racionalidad y de criterio científico son mejores para la humanidad que el fundamentalismo y la intransigencia.

Y, por cierto, los ateos no queremos ni nos interesa que todos lo sean. Allá cada quien con sus creencias mientras no perjudiquen la vida ajena ni la criminalicen como lo hacen los creyentes. Han sido las religiones las que han asesinado, torturado y perseguido a los demás y a los no creyentes. Nosotros simplemente queremos y exigimos que se nos respete el derecho a expresar nuestro ateísmo y nuestras convicciones, así como lo hacen ustedes dominical o diariamente. Con la diferencia de que nosotros no queremos “convertirlos” ni perseguirlos ni silenciarlos. Respeto no es silencio, doctor Utreras.

Finalmente, el Papa es una figura decorativa que a veces asimilo a esas tías ancianas, chismosas, criticonas y gruñonas a las que la familia acepta con más tolerancia que paciencia, a la espera de que se mueran y les deje a todos algo en el testamento. Y las riquezas del Vaticano, muchas de ellas mal habidas en tiempos remotos, no son pelo de cochino. Los presidentes y gobernantes del mundo le rinden pleitesía como a la autoridad máxima de una institución que cobija en sus estadísticas a más de mil millones de personas, pero ninguno de ellos modifica su conducta por lo que el Papa diga o alegue. Si así fuera, ya se habrían terminado el hambre, la injusticia, las guerras y la pobreza en el mundo, temas por los que el Papa se desgañita en vano siempre. Nadie doctor Utreras, ni siquiera los creyentes en su totalidad, le hace caso alguno. Y usted lo sabe. Lo que les interesa a los amos del mundo, tales los casos ya por fortuna superados de Hitler y Stalin, es asegurarse aquello que les interesa de la iglesia: el silencio para continuar con sus crímenes sin la protesta del máximo pastor.

Con un atento saludo y mi respeto no silencioso de siempre,


Omar Ospina García

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Mi carta final, y que también puede servir de referencia para los detractores y críticos.


“No creo en Dios, pero tampoco hago de mi ateismo una religión”

Ignoro quien es el padre de dicha cita. No obstante, Don Omar, y para nula sorpresa mía, su carta demuestra que su actitud ante el tema, es todo lo contrario a lo expresado en la mentada cita. Y así, como usted me endilga una postura “extremista y exagerada” yo le retorno los adjetivos, con razonamientos y reparos a sus palabras, a través de desmenuzar su misiva, y que a continuación presento.

“…postura extremista y exagerada. Algo muy propio de todas las religiones… ¿Conoce usted alguna religión que no lo sea?... Cada una estima que “fuera de ella, no hay salvación”… Y, por lo tanto, los otros son réprobos, sujetos de persecución, calumnia, tortura y muerte. Por cierto, menos mal que, como usted lo ha reconocido en alguna carta anterior, “ya no existe la inquisición”. Pero siguen existiendo, vivitas y coleando, la intransigencia y el fundamentalismo.” (sic)

Le pido encarecidamente que me demuestre en que parte de mis dos cartas anteriores, la publicada y la dirigida a usted, yo exhibo una actitud extremista o exagerada. Talvez lo que digo no sea de su agrado, pero eso no equivale a extremismo.

Mi carta inicial hace hincapié en el absurdo que se emana de la idea que para prevenir los incendios forestales, se deba acudir a la tala de los bosques. Yo creo que usted debe estar de acuerdo conmigo ante esta afirmación. Luego, simplemente extrapolo esa connotación a la idea simplista y demasiado elemental, de que la solución al SIDA, o a la pobreza, sea abogar por el condón o el aborto. Hago énfasis en que, en aras de cumplir dichos objetivos –disminuir la pobreza, o erradicar el SIDA- es mas fructífero si se hiciese como lo propone la Iglesia Católica y su doctrina: que cada individuo, usted, yo, su vecino, aunemos esfuerzos enfocados en la educación de valores, principios y políticas humanitarias, mas allá del discursillo aséptico de teórico intelectual de cafetín. La iglesia nos pide un apostolado y nos llama a ser “misioneros”. Pero, dado que usted no entiende bien esos términos eclesiásticos, le aclaro, que ser misionero, no significa simplemente vestirse de toga y salir por el mundo en sandalias a pregonar una doctrina. Esa es la idea ramplona y elemental que se tiene de ser “misionero”. Misionero, quiere decir, que usted va hacia donde esos necesitados, y se “ensucia” las manos, trabajando hombro a hombro con ellos, eliminando la verticalidad, y abriendo paso a la horizontalidad de las acciones y colaboraciones. Me va a perdonar si le cito pasajes bíblicos, pero como estamos hablando del Papa, la religión, el ateismo y sus derivaciones, veo necesario hacer uso de un par de ellas para aclarar y sustentar mis palabras.

Dice Jesucristo, (uno de los del trío ese, en el que creemos los irracionales católicos) que el juicio de Dios sobre nosotros no se va a enfocar en cuántas hostias tragamos, o a cuántas misas asistimos. Ni siquiera en si creemos en un dios o en otras religiones. (A estas conclusiones han llegado desde hace centurias, aquellos que han perseguido la santidad a través de sus actos y quienes proclaman la doctrina de la Fe católica)

Dios, (otro mas del terceto aquel) nos va a juzgar en el fin de nuestros días, de ésta manera: “Porque yo tuve hambre y me diste de comer, estaba desnudo y me abrigaste, enfermo y me curaste, sin techo y me alojaste en tu casa. Por cuanto lo hiciste con cada uno de estos más débiles, lo hiciste conmigo.” En estas palabras se resume la doctrina de la Iglesia Católica.

Para la Iglesia Católica, si una persona obra de esa manera, su credo o falta de él es irrelevante. Existen muchísimas personas que son mejores “cristianos” que los propios cristianos, por el simple hecho de hacer de sus vidas un apostolado al servicio de los otros. E incluso, si no se obrase por temor a ese juicio de Dios, el actuar así, nos haría mejores seres humanos ¿cierto?

Usted es un convencido de que los católicos obramos simplemente por ese temor al juicio de Dios, y no es capaz de aceptar que la Iglesia nos presenta formas y guías que nos ayudan a fortalecer nuestra convicción en esa doctrina, y nos hace propender a hacer tales cosas. Nos pide la perfección cristiana: el entregarse a los demás en cuerpo y alma, es decir, nos pide que nos ensuciemos las manos.

Entonces, volviendo al asunto de los misioneros y lo de “ensuciarse” las manos, lo que la Iglesia predica, y pide de sus fieles y de la humanidad entera, no es tan descabellado, ni raya en el fanatismo. ¿O si?

Cierto es, lo que se nos pide, es algo que demanda un sacrificio mas allá de lo que normalmente estamos dispuestos a dar. Es una sublimación de nuestro obraje como cristianos. Sin embargo, la ignorancia es atrevida, ofensiva y petulante. La gente no sabe todo lo que está detrás de un llamado a “humanizar la sexualidad con nuevos modos de comportamiento.” No saben que se nos pide un compromiso mucho mas serio y profundo, que, por comodidad, mezquindad y egoísmo, preferimos evadir, y lo criticamos desde la superficialidad de nuestros conocimientos y desde una óptica simplona y simplista, (o una retórica envenenada) que no ve la magnitud del compromiso, no ve, que se pide del que tiene, del que puede, para el que lo necesita, para el que lo carece; del que sabe, para el que desconoce. La Iglesia no anda entregando panfletos que “prohíben” el uso del condón, anda promoviendo sus programas de ayuda, su doctrina y principios, a diferencia de sendos comodones señores, que prefieren un escuadrón de agentes repartiéndolos y educando escuetamente en la mecánica copulativa, abortiva y anticonceptiva, o en su defecto, un tercer agente, como lo es el estado, a quien le imponen esa responsabilidad. La comodidad, el egoísmo y la mezquindad humanas, hacen que propendamos a recurrir a un tercero para que haga lo que no estamos dispuestos a hacer, porque simplemente eso demanda mucho mas de lo que nuestro cómodo trasero desearía moverse.

Otra idea errada suya, y que, discúlpeme el término, raya en la supina ignorancia de los principios que sustentan a la Iglesia Católica, es que la oposición de ésta al aborto y a los métodos anticonceptivos artificiales, está simplemente motivada por un puritanismo y santurronería mojigatas, o que esta actitud responde a posturas radicales o fundamentalistas alejadas de cualquier razón lógica. Pensar así, es simplemente no saber de lo que se está hablando. Usted, por lo que he percibido a través de su larga cruzada anti-todo lo que no sea ateo, es, que desconoce que el motivo básico, esencial, crucial y fundamental por el cual la Iglesia se opone a dichos métodos: el principio de la vida.

La Iglesia aboga por la defensa de la vida en todas sus formas y manifestaciones; se opone a cualquier forma o mecanismo que la evite, la acorte o la destruya. Ese es el principio básico detrás de la oposición a dichas alternativas e incluso a la fertilización in-vitro. Imagine usted que una institución, partido político, club social, o cualquier otro grupo de personas congregadas por ciertas coincidencias, propone como política o principio de dicha organización tal o cual cosa. ¿No le parece, que por coherencia y sindéresis con lo posrulado y por honestidad con ellos mismos y con sus miembros y simpatizantes, se deban defender sus principios y políticas? Pues bien, la Iglesia, como cualquier otra organización, proclama como uno de sus principios mas importantes y básicos, la defensa de la vida. Entonces, ¿en dónde radica el fundamentalismo de defender y abogar por ese principio que tanto pregona y promueve su defensa ante sus feligreses? ¿Es o no es coherente y sensato proceder de dicha manera? Me gustaría que me de una respuesta a esas preguntas. No espero mucho, pero tengo fe, (ese acto irracional que tanto desdeño recibe de usted) en que así lo haga.

Ahora, si juntamos al principio de defensa de la vida, con el concepto de misionero, (la doctrina católica) y lo que éste implica en su vasta connotación, entonces se podrá comprender mejor y sin prejuicios, las razones por las que la Iglesia a través de su cabeza visible, el Papa, interceden por la oposición a los condones, al aborto, y se pontifica y pregona el trabajo y esfuerzo de los que han sido privilegiados en la vida, a favor y en beneficio de los menos afortunados, de los mas necesitados, no solo de asuntos materiales, sino, necesitados de valores, de principios, de educación, de amor y de misericordia (no lástima o pena)

¿Es eso extremismo o fundamentalismo acaso?

¿No es eso lo que pretende el socialismo? (La diferencia radica en que el cristianismo deposita la responsabilidad para con el prójimo en cada uno de nosotros, dejándonos en libertad de acción y de cuánto, cuánto, cómo, y dónde, mientras que el socialismo se la achaca -esa responsabilidad- al estado, para que éste imponga, a través de iluminadísimos gobernantes, políticas de supuesta ayuda al necesitado. El uno aboga por la solidaridad y acción misionera partiendo desde la libertad, el otro simplemente la merma)

Mi segunda carta simplemente resume lo que aquí le estoy contando de manera mas ampliada.

La Iglesia, hace mucho tiempo, dejó ese papel de juez de sus feligreses y pasó a ser una iglesia de los cánones, de las guías a seguirse, de la doctrina cristiana, esa que se basa en lo que mencioné arriba. Es el cristiano quien decide cuanto de lo que la Iglesia nos presenta, lo toma y cuanto lo deja. La Iglesia, como cualquier organización, y basada en sus propias razones, se reserva el derecho de decirnos el como ella cree, se puede lograr cumplir con los objetivos planteados en su doctrina, que son esencialmente los dos anteriormente mencionados: el apostarle a la vida de principio a fin, y el principio de entrega y servicio a los demás, procurando aquello de enseñar a pescar y no regalando los peces.

Otro absurdo, fruto de esa misma ignorancia sobre la Iglesia, es el creer que ésta condena al pecador y al pecado. Talvez, en épocas medievales, esa era la postura de quienes lideraban la Iglesia o de quienes hacían uso de esta institución y su imagen, para fines muy particulares y propios, posiblemente adecuados a dichos momentos. No obstante, en la actualidad, es decir, desde que usted era guambrito, y mucho antes, la Iglesia ya no acude al castigo del pecador, sino a condenar el pecado. La Iglesia, por ejemplo, no condena al homosexual, sino a la homosexualidad. No condena al mentiroso, sino a la mentira. No condena a quien usa un condón, sino al uso del condón. La Iglesia tiene, al igual que cualquier otra institución mundana, o cualquier individuo en particular, sus propias convicciones de que es bueno y que es malo, mas no quien.

Y créame, los católicos estamos convencidos de que el juicio de Dios no va ha ser influenciado por lo que crea otro cristiano. Solo Dios sabrá como juzgará a cada uno de nosotros. La Iglesia Católica, a través del Papa y sus prelados, simplemente se encarga de presentar al creyente las directrices. Esa arcaica idea de que es ella, y los representantes de Dios en la tierra quienes saben y dictaminan si hemos sido buenos o malos, y por ende merecemos el premio o el castigo, hace muchísimo tiempo que fue superada. Puede usted remontarse a épocas inmediatamente posteriores a Torquemada, y encontrará ya, referencias al respecto.

Como ve no es una actitud intransigente, es una postura ante la vida, y eso es lo que se demanda de nosotros los católicos.

“El sexo es inherente al ser humano pero, concuerdo con usted, está sujeto a la razón, a los límites que pone la educación. Otra cosa es la castidad impuesta por reglas humanas interesadas en satanizar una práctica que es natural, aunque deba estar sujeta a las restricciones normales del buen vivir y del respeto.” (sic)

Ante lo mencionado arriba, solo cabe acotar aquí, que tanto usted como yo, o como cualquier persona a quien la sexualidad le es inherente, pero que está sujeta a la razón, practicamos la abstinencia. Usted lo ha dicho, no copulamos en la primera de vastos. Nos controlamos y nos imponemos límites. Aquellos que, según usted, provienen de la educación. Los que practicamos la abstinencia hasta antes del matrimonio y durante éste, cuando, la razón nos impone dicha necesidad, (la procreación responsable de hijos) y por las convicciones que se pueden apreciar en mis escritos, simplemente actuamos en base a esas mismas limitaciones que nuestra educación impone. ¿O es que acaso existe una sola clase de educación? ¿O es que acaso, solo los ateos conocen de educación? ¡Ya ve, lo que nos diferencia es, hasta donde nuestra educación impone los límites! Nada mas. Entonces, tanto usted, como yo, nos abstenemos de “fornicar” hasta cuando nuestras educaciones nos imponen esa limitación. A mi, mi educación me dice que me abstenga de acuerdo a lo que la Iglesia también propone. A usted, su educación le impide copular desaforadamente, de acuerdo a lo que sus principios le proponen. ¿En dónde radican la satanización, o la falta de respeto? ¿Quién me está imponiendo la castidad, la abstinencia o el celibato, (que no son lo mismo)? ¿Existe algo de malo en que quien propone la pauta a ser seguida sea una institución como la Iglesia y mis principios, (sustentados en mi propia educación) o en su defecto, su colon derecho o sus principios fundamentados en su propio bagaje educacional? Nuevamente, no espero demasiado, pero aún confío en que va a contestar estas preguntas.

“El condón no es perfecto, doctor Utreras. Pero rezar para no contagiarse, es absolutamente inútil y, además y con todo respeto, ridículo. Predicar la abstinencia como única solución es no sólo antinatural sino estúpido por irreal e impracticable.” (sic)

Como ha podido usted ver por lo dicho arriba, no se trata de rezar para no contagiarse, sino de algo mucho mas complejo y que demanda un conocimiento y compromisos enormes. Esta afirmación suya, a la luz de lo que he expuesto, simplemente demuestra su limitadísimo conocimiento de la doctrina cristiana y los principios de la Iglesia Católica, así como denota cierto grado de mala fe. En los párrafos anteriores, ya me encargué de explicarle que tanto usted, como yo, practicamos la abstinencia, y que sería necio entonces, pensar que es estúpida, irreal e impracticable. Usted se abstiene o inhibe de “echar polvo” hasta cuando sus principios y las limitaciones impuestas por su educación se lo permiten o impiden. A mí, y a otros católicos, nos sucede lo mismo, pero hasta cuando nuestros principios, alineados con los de la Iglesia, y nuestra educación y las limitaciones que ésta nos impone, así nos lo permiten o impiden.

“¿Puede usted imaginar a cuatro mil millones de personas adultas haciéndole caso al Papa y reprimiendo sus deseos? Restringiéndolos, sí. Y eso hace la educación, no el fundamentalismo represor y bastante tonto, diría yo.” (sic)

Ya hemos visto que aquí no hay fundamentalismos represores, sino, diferentes tipos de educación, que imponen los límites de nuestra conducta sexual. Para el caso, la suya y la mía.

“Nuestra juventud, apta para la actividad sexual de manera natural desde cada vez más temprano como usted sabe, debe ser guiada, orientada, responsabilizada por la educación. No atemorizada con ex abruptos como que el sexo es pecado y el cuerpo es sucio o que debe conservarse “puro” como “templo del Espíritu Santo”. Eso es estúpido y ridículo, perdone si ofendo sus creencias.” (sic)

Estoy de acuerdo, la juventud, por las razones esgrimidas en éste párrafo suyo, debe ser guiada, orientada, responsabilizada por la educación. La cuestión aquí de nuevo es, ¿existe una sola educación? ¿a cuál educación usted se refiere, a la suya o a la mía? ¿Ya vio que no existe una sola educación? Por lo demás esa arcaica y parroquiana idea de que todavía se educa a los jóvenes en sexualidad bajo la óptica de que el sexo es pecado, y el cuerpo es sucio o que debe conservarse “puro” como el “templo del Espíritu Santo” es algo ya harto superado, y que solo queda como un asunto para los anales anecdóticos de la educación en sexualidad impartida por las instituciones católicas. Entonces, resulta estúpido y ridículo, mas bien, seguir creyendo que esas nimiedades históricas están vigentes.

Sobre sus palabras acerca del matrimonio, simplemente me voy a limitar a decir que el matrimonio constituye el “cómo” que antes mencioné, al decir que la Iglesia, como cualquier otra organización, y basada en sus propias razones, se reserva el derecho de decirnos el como ella cree, se puede lograr cumplir con los objetivos planteados en su doctrina.

“Usted debería conocer hasta qué punto de inmoralidad puede conducir la castidad impuesta: los curas pederastas son legión, y el tapen tapen de la Iglesia es la actitud normal de una institución que ha condenado a sus ministros a violentar sus instintos en público y darles rienda suelta en privado. Y no digo que todos. Pero si un cura pederasta ya es mucho, los miles que lo son es demasiado y ponen en evidencia la perversidad de una regla antinatural.” (sic)

Le soy sincero, no tengo idea hasta que punto de inmoralidad puede conducir la castidad impuesta, pues esa es una afirmación basada en una burda generalización, y porque, como ya se lo explique en detalle anteriormente, incluso usted, se impone una castidad, cada vez que se inhibe de actuar meramente con sus instintos y da primacía a la razón. Así, que le devuelvo la pregunta, ¿sabe usted hasta que punto de inmoralidad le puede conducir la abstinencia que usted mismo se impone día a día? Así como hay curas pederastas, también los hay sendos ateos. Generalizar desdice de la inteligencia de una persona don Omar. Falacia ad hominem.

“De manera que el condón sigue siendo, racionalizado y regularizado su buen uso por campañas educativas, la mejor y por ahora única manera de prevenir enfermedades sexualmente contagiosas y de regular la familia, derecho de cada persona y no de una institución que no camina con la humanidad sino que pide perdón cada 500 años por sus errores.” (sic)

De manera que, por lo escrito antes, equiparar su afirmación en éste párrafo, con mi analogía de la tala de los bosques para prevenir los incendios forestales, es correcta. Es decir, resulta torpe pensar que el condón es una buena solución, ante la abundancia de razones que he expuesto aquí. Por lo demás, solo quienes son decentes, admiten sus errores y piden perdón por ellos.

“Gran parte de las fallas que se atribuyen al condón radica en su uso inadecuado, debido al temor que inspira la iglesia con sus diatribas. Educación e información es lo que se necesita, no amenazas de condenación que aunque irreales y absurdas para mentes más o menos cultivadas, son presentes y reales para el común de las gentes obnubiladas por el sermoneo de ministros “castos” pero pervertidos.” (sic)

El condón, bien usado, previene el embarazo en 87% de casos, y evita el SIDA en 90% de ellos. No necesito otros argumentos. La educación ya fue mencionada hace un rato, no voy a reiterar en ese tema. Y como usted ha visto, los motivos y las razones para oponerse al condón, por parte de la Iglesia no obedecen, en ningún momento, a la proclama de amenazas de condenación por parte de ministros “castos” pero pervertidos. Esa afirmación solo denota que usted todavía cree en el cuco y los miedos engendrados por el curita de pueblo para cautivar a un auditorio lleno de mentes, menos que mas cultivadas, y además prueba que usted, don Omar, está plagado de generalizaciones. (Con todo el respeto)

“No doctor Utreras: no se usa el condón para abusar de la sexualidad sino para prevenir lo que debe prevenirse y regular las familias. Ni es necesario el aborto terapéutico como método anticonceptivo, otra falacia muy recurrente en los creyentes, sino para salvaguardar la vida de una madre en peligro o evitarle el trauma y la desgraciada vida a una niña de quien un padre desnaturalizado ha abusado desde los cinco o seis años y la embaraza de ocho, como acaba de ocurrir en el Brasil, a cuya madre el obispo excomulgó, así como al personal médico que la atendió. Tal excomunión es irrelevante por cierto para la razón, pero es importante para el creyente. Pero para la iglesia, es ella la criminal, y no el violador. Una institución que eso piensa y así actúa no merece credibilidad ni respeto de nadie. Apenas temor, que es lo que siempre han sembrado en las gentes.” (sic)

El condón se usa, para depositar en ese caucho, la responsabilidad que tenemos los unos para con los otros, cosa que ya hable suficiente en párrafos anteriores. En cuanto al caso aquel de la excomunión a la madre y a los “humanitarios” y comedidos médicos que practicaron el aborto a esa menor, no le puedo adelantar mucho, pues al igual que usted yo solo tengo una noción del asunto en base a lo que se ha emanado de la prensa (de pronto, y hasta se trate de la misma prensa corrupta que tanto vitupera su presidente Correa.) No obstante, debo recordarle que si usted, por ejemplo, se hace miembro de un club, o decide afiliarse a un partido político, usted también decide aceptar ciertas normas de comportamiento, etiqueta y reglas, y que dicha entidad, está en todo su derecho de cesarle dicha membresía o afiliación si usted incumple con sus reglamentos o cánones, que por supuesto, se basan en unos principios y razones propias y particulares a cada institución. Lo mismo sucede con la Iglesia católica, cuando miembros de ésta, en flagrante violación de sus normas y reglamentos, hacen caso omiso a los mismos y a los llamados de atención de la institución, y proceden a actuar deliberadamente en contra de dichos lineamientos. La Iglesia se reserva el derecho de negarle la “membresía” a esos feligreses por tales causales. Por lo tanto, en base a su afirmación final de éste párrafo, ninguna organización, logia, grupo social, club, escuela, partido político, etc., deberían merecer credibilidad ni respeto, pues siempre habrá aquel miembro desobediente, rebelde o descarriado que contravenga las regulaciones y normas estipuladas dentro de dichas organizaciones, y éstas tengan que proceder a su inmediata expulsión. ¿Es eso lo que se debe colegir de éste párrafo suyo?

“Por otra parte, las culturas africanas son diferentes en muchos grados de las nuestras en occidente, pero eso no quiere decir que el sida deba dejarse crecer absurdamente hasta convertirlo en endemia planetaria, sólo porque hay que “respetar” costumbres ancestrales absurdas. Por algo el mundo y la humanidad evolucionan. Se supone que para mejorar.” (sic)

Corrección de forma: se llama pandemia a una endemia que ha pasado a convertirse en una globalizada epidemia.

Usted critica la imposición de la Biblia y de la Fe Católica a los pueblos indígenas desde épocas de la colonia. ¿Cierto? ¿Qué le hace creer que su visión de evolución de la humanidad es compartida por todos? A usted y a mi, muchas costumbres ancestrales nos pueden parecer absurdas y hasta barbáricas y atroces, pero a otros, simplemente les parecen cosas normales dentro de su vida en ese microcosmos en el que se desenvuelven. ¿Por qué va a querer usted imponer a otros su “biblia” o principios? ¿Lo va ha hacer en aras de la civilización o para “mejorar” desde su muy particular concepción? ¿No fueron esos los mismos argumentos que esgrimieron los catequizadores de la época de la colonia, al imponer costumbres y comportamientos a los salvajes de América?

“Y no son los parámetros culturales que mantienen la “justicia indígena” andina, ni la ablación del clítoris a las niñas para que no sientan placer –acto machista y deplorable si los hay– ni el corte de la mano al ladrón como en Arabia Saudí, ni la pena de muerte china y texana, para mencionar dos ejemplos contrapuestos, la solución a los crímenes del ser humano. Por algo se progresa racional, científica y, por cierto, éticamente. Y judicialmente, por cierto.” (sic)

Precisamente por lo que menciona en este párrafo, usted termina por darme la razón: es tan absurdo creer que los incendios forestales van a desaparecer o disminuir, porque se talan los bosques, como pensar que el condón o el aborto van a solucionar el problema de la pobreza o del SIDA, o que la pena de muerte o la mutilación y las ablaciones arreglan algún problema.

“Así pues, quienes aceptamos el condón y el aborto terapéutico, no pensamos con los genitales sino con el cerebro, como es normal biológicamente. Pero ustedes también deberían utilizar el cerebro, no la intolerancia ni el fanatismo religioso. Bastante daño han hecho las religiones en el pasado como para que gente inteligente como usted, continúe aceptando sin beneficio de inventario sus normas antihumanas. Un poco de racionalidad y de criterio científico son mejores para la humanidad que el fundamentalismo y la intransigencia.” (sic)

Nuevamente, y en base a los sólidos argumento que le he expuesto, y que espero usted pueda rebatir sin generalizaciones, le he demostrado que “nosotros” (¿?) utilizamos el cerebro, y posiblemente con mas elementos de juicio, que otros, a quienes un enfermizo odio enceguece y los hace ver intolerancias y fundamentalismos donde no los hay. Bastante daño han hecho sendos ateos en el pasado, como para que gente inteligente como usted continúe aceptando sin beneficio de inventario tanta generalización e ideas plagadas de animosidades y afectas de superficialidades e insulsos estereotipos. Un poco mas de profundización en sus conocimientos sobre la Iglesia Católica, su doctrina y sus preceptos y dogmas, marcarían el fin de su infundado fundamentalismo antifundamentalista y su intransigencia hacia otras religiones.

“Y, por cierto, los ateos no queremos ni nos interesa que todos lo sean. Allá cada quien con sus creencias mientras no perjudiquen la vida ajena ni la criminalicen como lo hacen los creyentes. Han sido las religiones las que han asesinado, torturado y perseguido a los demás y a los no creyentes. Nosotros simplemente queremos y exigimos que se nos respete el derecho a expresar nuestro ateísmo y nuestras convicciones, así como lo hacen ustedes dominical o diariamente. Con la diferencia de que nosotros no queremos “convertirlos” ni perseguirlos ni silenciarlos. Respeto no es silencio, doctor Utreras.” (sic)

No estoy tan seguro de su afirmación inicial, pues usted no ha escatimado esfuerzos, en tratar de convencer a otros, de que lo ateo es lo óptimo, y la religiosidad es un error. Sea dicho de paso, estoy empezando a tomarle cariño a sus generalizaciones. (Xavier flores dixit) ¿Puede usted afirmar categóricamente que no ha habido ateos que hayan asesinado, torturado y perseguido a otros? No se victimice de esa manera. Usted tiene todo el derecho de expresar lo que piensa o crea; y usted mismo ha sido testigo de que lo he defendido de ataques de personas que han querido cuestionar o coartar su derecho a ejercer su libre albedrío. Lo que no entiendo, es ¿cómo se puede profesar un ateismo? Eso tiene que explicármelo algún momento. Respeto tampoco es acusación fundada en la generalización, don Omar.

“Finalmente, el Papa es una figura decorativa que a veces asimilo a esas tías ancianas, chismosas, criticonas y gruñonas a las que la familia acepta con más tolerancia que paciencia, a la espera de que se mueran y les deje a todos algo en el testamento. Y las riquezas del Vaticano, muchas de ellas mal habidas en tiempos remotos, no son pelo de cochino. Los presidentes y gobernantes del mundo le rinden pleitesía como a la autoridad máxima de una institución que cobija en sus estadísticas a más de mil millones de personas, pero ninguno de ellos modifica su conducta por lo que el Papa diga o alegue. Si así fuera, ya se habrían terminado el hambre, la injusticia, las guerras y la pobreza en el mundo, temas por los que el Papa se desgañita en vano siempre. Nadie doctor Utreras, ni siquiera los creyentes en su totalidad, le hace caso alguno.” (sic)

A usted le puede parecer el Papa una figura decorativa y toda esa paparruchada mas. Esa es su opinión, muy respetable por lo demás. A mi, el Papa, me parece que es una autoridad y una eminencia desde ambos, el punto de vista humano y el espiritual. A otros, usted les puede parecer un viejo osco y huraño cuyos comentarios biliosos son tendenciosos. Es cuestión de opiniones y nada mas. Las riquezas del Vaticano es otra de esas leyendas urbanas que sirven de “sólido” argumento a los detractores. Le podría recomendar portales de Internet y fuentes fidedignas, que pueden darle con bastante exactitud la cuantía de dichos tesoros, pero ya me he extendido demasiado. Eso es lo que pasa cuando usted se amanece leyendo El Códico Da’Vinci.

Como siempre, don Omar, disculpe la largura, pero usted no se merece nada menos. Siempre es estimulante poder debatir de manera robusta estos temas espinosos pero tan apasionantes.

No siendo mas, mi estimado don Omar, de similar manera, y con un cordial y efusivo abrazo bolivariano-alfarista-chauvinista-guevarista, me despido revolucionariamente de usted… ¡hasta la victoria siempre!

Juan Sebastián Utreras-Carrera, MD

PD/ Espero no le molesten esas pequeñas muletillas jocosas.

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Sida y preservativos
Publicado el 05/Abril/2009 | 00:11
Por Jaime Acosta Espinosa

jjacosta@hoy.com.ec

Entre los gurús de la prensa y de algunos medios científicos, provocó gran revuelo la declaración de Benedicto XVI sobre la necesidad de no centrar las campañas contra el sida en el uso de preservativos. Cuando el Papa se opone o, en todo caso, se abstiene de recomendar los preservativos, se han levantado voces, incluso entre buenos espíritus, condenando sus palabras y diciendo que "se vuelve culpable de no asistencia a personas en peligro", cuando no de una "amenaza para la salud pública". Como en las campañas de distribución de preservativos se juegan jugosos capitales y réditos, muy sospechoso que sus beneficiarios promocionen las maravillas insuperables del profiláctico.

La lucha contra el sida en África, o en cualquier parte, es bastante más compleja que el reparto de condones. Esta tesis también la favorecen destacados científicos, no religiosos, dedicados al estudio del sida, quienes han salido en defensa del Papa y aseguran que su análisis es correcto. Uno de ellos, por ejemplo, Edward Green, autoridad científica de la Universidad de Harvard, autor de cinco libros sobre el tema, explicó que aunque los preservativos teóricamente deben funcionar, en la práctica dejan cabos sueltos y podrían estar "exacerbando el problema" en África.

Green, autoproclamado liberal, sostiene que promover la "ideología liberal" de Occidente no es lo adecuado en África, porque la mayoría de los africanos son conservadores en su conducta sexual y muy religiosos para los estándares globales, por lo que encuentran ofensivas las campañas que promueven las relaciones sexuales desde la adolescencia. El preservativo sería a lo mejor la única forma de protección, si se descarta de entrada una conducta sexual responsable y si se renuncia a promover cualquier cambio de hábitos sexuales, como no sea el de adoptar el preservativo. Las campañas para prevenir el sida parten del supuesto que la promiscuidad es lo normal y que la fidelidad es un hábito sexual "tan en riesgo de extinción como el cóndor de los Andes". En la campaña contra el sida, ha sido iluminador el caso de Uganda, país que ha logrado reducir la tasa de contagio en dos tercios. En vez de fomentar el uso de preservativos, se promueven otros factores más decisivos, que incluyen la atención sanitaria, la educación de los jóvenes, la mejora de la situación de la mujer, los cambios en la conducta sexual, y la promoción de la abstinencia, la fidelidad y la monogamia.

Los mismos críticos de la Iglesia no disimularían su enfado si esta fomentarían indirectamente prácticas que tienen riesgos o sobre las cuales mantendría un silencio tenebroso. La abstención de relaciones sexuales indebidas y la fidelidad siguen siendo las recomendaciones, no las más populares ni las más cómodas, pero sí las más seguras. "Lo único verdaderamente aconsejable es el ejercicio responsable de la sexualidad". No se pueden apagar los incendios del bosque limitándose a multiplicar el abastecimiento de extinguidores y permitiendo al mismo tiempo que los paseantes sigan poniendo fuego a la maleza.

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Y para coletilla, como diría don Omar, dejo a continuación mi comentario a una brillante entrada de mi amigo invisible, Xavier Flores.

He leído este último post tuyo, y no puedo mas, que quedar asombrado por el derroche de improvisada ignorancia, sustentada en estereotipos, burdas generalizaciones y superficialidades. Prefiero adelantarte la conclusión, y dejar para mas luego la explicación: te pasaste de sabihondo Xavier, y estás meando fuera del pilche, con las expensas del caso para la expresión usada.

Debo acotar a manera de paréntesis, que en este post, si que abusaste de los adjetivos. Tal parece si son necesarios, cuando se quiere dar el énfasis deseado a la palabras.

Primero, ante lo que expones, es claro que desconoces los verdaderos motivos y razones por los que la Iglesia es opuesta al condón, y de paso sea dicho, al aborto. No tienen nada que ver con las mojigaterías y santurronadas que tu crees, aquellas que nutren tu animosidad anticlerical, basada en hechos históricos distorsionados, incompletos y sesgados (1). El tema es demasiado extenso, y lo he desarrollado en otras ocasiones. Una de ellas, en un reciente intercambio epistolar que he venido sosteniendo con un editorialista de diario HOY, que piensa igualito que vos. Te sugiero que te remitas a mi blog para tal asunto. No es mi intención hacer propaganda de mi blog, pero considero que el asunto es demasiado extenso como para que lo ponga como un comentario aquí.

No me voy a explayar en las nimiedades de la biología molecular y la virología, no obstante voy a hacer una pequeña pausa aquí para dejarte un par de conceptos, que estoy seguro servirán para desmitificar esa nublada percepción tuya sobre el virus del HIV, que es el causante del SIDA. Saldaña y Cabrera no tienen pinche idea sobre HIV.

Si, es cierto, el virus del HIV es un virus cuyo genoma, (información genética necesariaa para generar mas copias de si mismo, y por ende, perpetuarse en el tiempo) está constituido por el ARN. Este virus, es una estructura pequeñísima, constituida por una cápside o cápsula proteica, la misma que encierra dentro de si, a un pedazo de genoma codificado, no en ADN, sino en ARN y que además posee una enzima llamada la transcriptasa reversa –reverse transcriptase, en inglés- (TR) la cual es necesaria para generar dentro de la célula huésped una especie de “conversión” que da origen a un fragmento de ADN similar al ARN, pero capaz de incorporarse al ADN de dicha célula huésped.

En forma simple, normalmente en una célula de cualquier índole o naturaleza, el ADN es la matriz que contiene de manera codificada la información necesaria para que la célula funcione, a través de la creación de enzimas y otros procesos bioquímicos. El ADN es como una enorme base de datos aglutinados en forma de larga hilera. Esa base de datos contiene información de millones de procesos y funciones, que, para que puedan existir, la información aglutinada del ADN, debe ser segmentada. Dichos segmentos al final del día representan secuencias de aminoácidos que juntos, dan lugar a las proteínas, muchas de ellas con capacidad de funcionar como enzimas, muchas con capacidad de funcionar como elementos estructurales, etc. El ADN es algo así como una constitución llena de millones de artículos que representan una función o una actividad, la promueven, la facilitan, la controlan, la limitan, (no obstante el ADN es mil veces mejor que la mamarrachada esa de Montecristi, pero igualmente atiborrada de información) o un código completo de leyes. La información codificada del ADN, es traducida a pequeños pedazos, que son los que llevan solamente la información necesaria para un momento en particular, para una acción determinada. Algo así como, cuando vas a defender un caso, te vales de ciertos segmentos de dicha constitución, y citas ciertos artículos de la misma, sin que sea necesario mencionar el resto de dicha constitución, a excepción de aquellos que atañen al caso específico. Entonces, en otras palabras, el ADN saca fotocopias de dichos “artículos” a dichas fotocopias son lo que se conoce como el ARN. El ARN es el portador de la información de esos segmentos específicos, la misma que luego de una serie de eventos, se traduce en la creación de proteínas.

En el caso del virus del HIV, el proceso es en reversa, tenemos un “artículo” foráneo, que, digamos, viene en el bolsillo del Alexis Mera, y que, entre gallos y media noche, y luego de que la comisión correctora haya editado un borrador inservible, se lo trata de incorporar de forma retrógrada a la versión final de la constitución, es decir, al ADN. Entonces, de forma coloquial, el ARN del virus es incorporado en el ADN de la célula huésped, para luego ser puesto en práctica desde ese pedestal. Una vez que el ARN del virus ha sido transformado en ADN, e incorporado al ADN original, y este nuevo pedazo de ADN, empieza a actuar. ¿Sabes qué es lo que codifica ese pedazo nuevo de ADN? Te cuento, para ilustrarte: codifica el mismo ARN del virus del HIV. ¿Qué información contiene el ARN (genoma) del virus del HIV? La información necesaria para generar las proteínas que forman la cápsula del virus, y la receta para generar mas ARN viral.

El virus del HIV no posee la tecnología que posee la célula para poder reproducirse y perpetuarse en el tiempo, como cualquier entidad biológica que se precie de serlo.(2) Por lo tanto necesita recurrir a hospedarse forzosamente dentro de una célula, y la obliga a destinar toda su maquinaria, energía y esfuerzos, en crear nuevas copias del virus inicial. Muy parecido a lo que trata de hacer Correa.(3)

Ahora, una vez que el virus del HIV, que, de manera subrepticia se ha hospedado en una célula, (usualmente los linfocitos T) y que luego, de forma retrógrada, ha pasado de fotocopia, a original, y que finalmente ha sometido a toda la institucionalidad de la célula a sus caprichos, se dedica a hacerla fabricar mas réplicas del virus, hasta que ésta revienta y libera a dichos virus, que pasan a hospedarse (léase infectar) en otra células cercanas.

El virus del HIV entra fácilmente dentro de los linfocitos, que son un tipo de células de la sangre, las células blancas, aquellas encargadas de la inmunidad, aquellas que forman parte de la pus. Por eso, cuando una persona se infecta del virus del HIV, lo que desarrolla es una incompetencia de su sistema inmunológico. La persona no desarrolla encefalitis por causa del virus per se, sino por causa de que las defensas no pueden combatir otros virus, que estos si se meten dentro de las células cerebrales, por ejemplo. Al virus del HIV raramente se lo encuentra dentro de la matriz celular de otras células. No obstante, cada vez que un linfocito infectado revienta por estar lleno de partículas virales, estas contaminan el plasma sanguíneo, el mismo que llega y riega a todos los otros tejidos.

Para que la premisa de Saldaña y Cabrera sea cierta, y dado que el virus del HIV solo infecta linfocitos, (glóbulos blancos) tendría que darse el caso de que los seres humanos eyaculen glóbulos blancos (linfocitos). Lo cual no es compatible con la condición humana normal. Talvez algún infradotado de tu lista padezca de un trastorno así.

¿Para qué he dicho todo esto?

Para demostrar científicamente tu ignorancia, y la falacia de tus palabras y afirmaciones. Pues el virus del HIV si se encuentra de manera libre, y no incorporada a los espermatozoides. En otras palabras, cuando un sujeto infectado con el virus del HIV, eyacula, no eyacula pus, sino semen. Cierto es, que algunos políticos tienen el semen aguado, como le consta al Abogado Abdalá Bucaram Ortiz de su colega, el Arquitecto Sixto Durán Ballén. Cierto es que puede darse el caso de pioespermia, es decir, eyaculación de pus, pero en ese caso, el tipo a quien acongoja esa dolencia, tiene podridos los huevos. Por ahí anda suelto un presidente robo-lucionario. Yo tengo mis sospechas de que él si es un caso de huevos purulentos o pústulas en las pelotas. Pero volviendo al tema, los virus liberados desde los linfocitos infectados, buscan nuevos linfocitos que infectar, y así mismo, muchos de ellos errantemente, vagan y pululan el plasma sanguíneo, cubriendo a manera de capa invisible, cualquier órgano que esté bien irrigado por la sangre. Los testículos no son la excepción.

Entonces, cuando un pana con HIV eyacula, su semen está condimentado con millones de esos virus sueltos, que no alcanzaron a encontrar otros nuevos linfocitos que infectar. No obstante, esos virus, a través de ese semen, encuentran en el nuevo receptáculo en el que han sido depositados, una nueva puerta de entrada y una oportunidad para encontrar mas linfocitos. Si echas polvo con otra u otro, y tu semen tiene el aderezo viral, simplemente basta una pequeña cortadura o laceración para que dichos virus sueltos accedan al torrente sanguíneo de otro individuo, y empiecen su furtiva y frenética búsqueda por nuevos linfocitos a los que se pueda infectar.

Por lo dicho anteriormente, y porque tal parece, tu también lo reconoces, pero por el vox populi, y no por el amparo que proviene desde la ciencia, el tamaño del virus del HIV es tal, que si puede atravesar las porosidades del látex. Debo reconocer que este fenómeno no ocurre en el 100% de las veces, pero ocurre, y por eso, estudios serios, y no blogs alcahuetes, publican cifras que otorgan entre el 85%, (los pesimistas) al 95% (los optimistas) de seguridad al látex de los condones.(5) Lo cual los convierte en una especie de ruleta rusa medio falluca, pero ruleta rusa al fin de cuentas.

Y como ya lo he demostrado, el semen si está infestado de partículas virales libres, no intracelulares. Dejando así, inexistente tu argumento de mala fe, sobre el asunto intracelular del virus del HIV. Si deseas una explicación mas detallada del asunto, te puedo mandar a tu correo electrónico tomos enteros sobre el tema. No viene al caso, adentrarme en las minucias del asunto.

Con esto, cabe resaltar de paso, que los curitas esos, a los que vos criticas y vituperas, saben más y mejor, de lo que vos sabes, abogado de los de-de/hache-hache, sobre el virus del HIV.

Ahora si, con esta sucinta introducción a uno de mis temas favoritos, y a los cuales le he dedicado enjundiosas horas de estudio, procedo a preguntarte, para que me digas con toda honestidad:

¿Sabes de verdad, verdad, las razones por las que la Iglesia se opone al uso del condón y de otros métodos anticonceptivos? ¿Sabes cuáles son los principios que rigen y que promueve la Iglesia, y que proporcionan el sustento ideológico y moral de su postura ante el condón, el aborto y otros métodos anticonceptivos? Te recomiendo te refieras a mi blog, donde presento ese intercambio epistolar con Omar Ospina, sobre este mismo tema.

Desde mi perspectiva científica, creo que es justo y necesario, que se añada un nombre mas a tu lista de infradotados, por ser el tuyo, el caso mas patético de un abogado opinando en cosas de ciencia, sustentando sus afirmaciones en babosadas de un dúo de ignorantones.

Hoy si que he me he amenizado la tarde y he disfrutado viéndote hacer el ridículo. En una comunidad científica, ya hubieras sido enfrascado y formalizado, para quedar como raro ejemplar de aquel ser que aplica, y pretende encajar la arbitrariedad de la leguleyada y unos artículos de alguna revista del corazón a la razón concreta de la ciencia.(4)

Deficiencia de lectura: lo que Ruíz Navas implicó es que sendas industrias armamentísticas también son dueñas de sendas fábricas de condones. Yo no tengo el dato que lo confirme o lo niegue, pero lo voy a investigar. De todos modos, ese, es solo un argumento extra que no resta mérito a la idea general del monseñor.(6)

(1) Recomiendo la lectura de un valiosísimo libro titulado, “Leyendas Negras de la Iglesia” de Vottorio Messori y este enlace http://www.churchforum.org/info/leyendas_negras
(2) Esta idea también sirve para luego argumentar una razón mas, dentro de las razones científicas, por las que el aborto es antinatural y opuesto a la especie humana.
(3) El parasitismo y la virulencia son propios de virus, bacterias, hongos, mohos, gusanos y presidentes revolucionarios.
(4) Recomiendo la lectura de varios textos de virología y biología molecular.
(5) Studies and references upon written request.
(6) Recomiendo leer mi blog.

domingo, 5 de abril de 2009

Esos manes.

Probablemente estoy loco. Posiblemente el abuso de adjetivos, epítetos y apóstrofes, me esté causando ciertos estragos, y no me permite encaramarme en las ideas del modernismo, y asimilar ciertas posturas y actitudes, propias de una sociedad ciertamente enrumbada hacia el progreso.

Lo que para cualquier pensante común, en el resto del planeta significa una cosa, en nuestro Ecuador, representa lo contrario. El mundo está equivocado, nosotros no. El mundo sigue en la tiniebla de la idea neoliberal, nosotros avanzamos al futuro. No por nada dijo Correa, que le tiene sin cuidado la crisis mundial.

Cargar o transportar paquetes de droga dentro del culo, bien sea por encomienda, o por comisión, o por mero “entrepreneurship” o iniciativa empresarial, en el resto del mundo, es penado por la ley. En el Ecuador, ser una “mula” del narcotráfico es plenamente justificado y una forma decente, ante la falta de otras opciones y oportunidades, de ganarse la vida. Posiblemente, una de las razones para esto sea porque este tipo de actividad, evoca momentos cruciales que marcaron para siempre la vida del líder de una tal revolución ciudadana. Cortesía de los manes de-de/hache-hache.

Portar menos de *2 kilitos de sustancias estupefacientes, (*no estoy seguro del número) en otros lugares del mundo, es considerado un delito, y sancionado por la ley. En Ecuador, dicha cantidad es considerada una nimiedad, solo útil para fines recreativos y lúdicos personales. Cortesía de las gestiones de los manes de los de-de/hache-hache.

En otros lugares del mundo, contumaces violadores de la ley, son arrestados, investigados, sometidos a juicio. Hasta que no haya una sentencia en firme, no se los libera. Si pueden y las circunstancias ameritan, se fija una fianza, que les permite estar fuera de la celda, mientras dure el proceso. Indultar recios criminales, y liberarlos ipso facto, porque los trámites legales y procesales se han demorado, es uno de los nuevos logros de la modernidad posmodernista del correato y sus noveleras mentes ardientes de sendos corazones lúcidos. Una forma mas, de hacer del incremento en la criminalidad e inseguridad, meras percepciones. Cortesía de las comedidas acciones de los manes de los de-de/hache-hache

Hurtar (sustraer, asirse, incautar, expropiar, confiscar, apropiarse, enajenar de manera gentil y sutil) y robar (lo mismo pero con sangre y semen de por medio) en cualquier parte del mundo es considerado un crimen. Quien los comete se llama ladrón, y no “hurtón”, ni “robón”. Dicho acto es penado, y aunque puede tener sus atenuantes, siempre recibe sanciones. En Ecuador, la semántica ya es de todos. Si yo soy pillado hurtando un bien valorado en $650 o menos, (número mágico y cabalístico de la robo-lución) me darán 1 día de cárcel (o algo similar) y me multarán con $15. Si yo soy sorprendido o mejor dicho, me comprueban el robo de un bien valorado en $650 o menos, puedo enfrentar sanciones mas serias. La semántica y sus aplicaciones prácticas a los derechos de los cacos ya es de todos. Cortesía de las nociones sobre derecho de los manes de los de-de/hache-hache. Robar en Ecuador es malo, hurtar, es un derecho ciudadano. Eso explica los contratos a dedo en las eternizadas declaratorias de emergencia y los chanchullos. La semántica salvará a quienes se están enriqueciendo ilícitamente en el Ecuador.

Venir de turismo al Ecuador y visitar a sendos narcoguerrilleros; vacacionar en sus “ocultas” pero modernas instalaciones con tecnología de punta, comunicación satelital y computadoras portátiles a discreción; otorgar carnés de protección e inmunidad diplomática tanto a campesinos desplazados,como a narcoguerrilleros “acampecinados” diplomáticamente; reunirse con líderes de las narcoguerrillas por siete veces, para puscafés y otras tertulias; tramitar y ser el intermediario de negocios entre un grupo de narcotraficantes que se abastecen de las narcoguerrillas colombianas y el estado, y negarlo todo, a pesar de la abundancia de evidencias e indicios, merecen, todos estos y dependiendo de cada uno de los casos, bien sea la desinteresada y humanitaria colaboración, o una rauda, expedita y ágil acción, por parte de los manes de los de-de/hache-hache, así como las sinceras y sentidas disculpas por parte de un presidente.

Linchamientos, flagelaciones, mutilaciones, y rocíos de combustible junto a un fósforo encendido, son actos castigados por las leyes de otros países. En Ecuador, las antorchas humanas y los “punching bags” parlantes ya son de todos. El derecho del indigenado, y la percepción que se tiene de ser moderno al abogar por el derecho consuetudinario, ancestral, visceral y tradicional de los indios, sin limitarlo y someterlo claramente a los derechos humanos básicos, e insertarlo en esa constitución, es otra gran obra, cortesía de esos manes de los de-de/hache-hache.

Realmente el mundo no es capaz de ver todo lo positivo de un gobierno como éste y las buenas intenciones de sus bien nutridos y altamente “desadjetivados” colaboradores: esos manes de los de-de/hache-hache.