miércoles, 11 de febrero de 2009

Suspicacias

Para que el ciudadano presidente Correa decida retractarse, cosa insólita, de sus palabras hacia Chauvín, debe existir alguna razón muy poderosa que lo obligue a disculparse antes que seguir hundiendo a un colaborador como Chauvín. Talvez Chauvín sabe muchas cosas y muy comprometedoras, y hay que evitar que se sienta como carne de cañón o tonto útil, por el riesgo de que cante. Dijo el presidente Correa que vigilará para que haya un juicio justo “y para que una prensa corrupta, probablemente aconchabada por organismos internacionales que quieren desestabilizar al Gobierno, no crucifique a Chauvín antes de ser juzgado”. ¿No fue Correa el primero en arrojar la primera piedra al acusarlo de traidor a la patria?

Publicado aquí

No hay comentarios.: